La jueza de control de General Pico, María Jimena Cardoso, en el marco de un juicio abreviado, condenó hoy a un parquero de 32 años a la pena de un año de prisión en suspenso, como autor material y penalmente responsable de los delitos de amenazas agravadas por el uso de arma, violación de domicilio y abuso sexual simple, todo en concurso real. La víctima fue una expareja.
¿Cuáles fueron los hechos acreditados? El 16 de enero pasado, a media tarde, mientras el acusado estaba con su expareja en el interior de un departamento, “tomó por la fuerza a la mujer –quien se disponía a irse–, le apoyó una cuchilla en el cuello y le dijo ‘vos de acá no te vas a ir porque seguro te querés ir con tu ex’”. La damnificada “le pidió que la dejara ir a la casa de su madre” e, inmediatamente, el agresor le respondió que podía irse, pero que si la llegaba a ver con el ex “iba a matarla” y le sacó el la cuchilla del cuello.
Cuatro días después, a las 7.20, el parquero ingresó sin permiso a la casa de la víctima, fue hasta el dormitorio y la despertó “bruscamente, zamarreándola de un pie”. Ella se levantó sorprendida y fue “a la puerta de la cocina para echar al imputado”. Este le realizó tocamientos y la mujer se lo sacó de encima y cerró la puerta.
El abreviado fue convenido entre el fiscal Luciano Nahuel Rebechi, el defensor Darío Ceballos y el acusado. La víctima, al ser informada del acuerdo, manifestó su conformidad con el monto de la pena y las condiciones fijadas.
Cardoso, en función de lo peticionado por las partes, le impuso al acusado las siguientes reglas de conducta por dos años: fijar domicilio y no ausentarse sin dar aviso previamente al juez de ejecución penal y al Ministerio Público Fiscal, cesar de todo acto de perturbación e intimidación para con la víctima, abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas, y realizar un tratamiento médico o psicológico que incluya en su abordaje la perspectiva de género. (Fotografía: ilustrativa)
