Liverpool conquistó su sexto título en la Champions League al vencer 2-0 al Tottenham de Mauricio Pochettino, en la final disputada este sábado en el Estadio Metropolitano de Madrid y se resarce de la definición perdida el año pasado en Kiev contra el Real Madrid.
El egipcio Mohamed Salad abrió el marcador al transformar un penal comentido a los 30 segundos de partido, y el belga Divock Origi, verdugo del Barcelona en semifinales con tres goles, sentenció la historia a tres minutos del final.
El conjunto rojo volvió a levantar la “Orejona” 14 años después de conquistar su última Champions, en la memorable final que ganó en los penales en 2005 al Milán tras remontar un 3-0 en contra.
En un partido que comenzó con un emotivo minuto de silencio por la muerte del internacional español José Antonio Reyes este sábado en un accidente de tráfico, el ganador empezó a dibujarse pronto.
Un centro de Sadio Mané, lo interceptó Moussa Sissoko con el brazo a los 30 segundos, sin que el árbitro dudara en señalar la pena máxima, que Salah se encargó de transformar en gol a los 2 minutos de juego para alegría de los miles de hinchas «Reds» presentes en el Metropolitano madrileño.
El egipcio entraba así en los anales de la Champions al marcar el segundo tanto más rápido en una final del máximo torneo continental de clubes.
El gol fue un auténtico mazazo para el Tottenham, que jugó atenazado durante prácticamente todo el partido, temeroso de cometer un error que pudiera costarle el segundo y despertando sólo en los últimos minutos del encuentro.
Disparos desde fuera del área de Sissoko (10) o Christian Eriksen (45) muy desviados fueron las únicas propuestas del equipo de Mauricio Pochettino, en la primera parte.
Los dirigidos por Jürgen Klopp, con el viento a favor desde tan pronto, se preocuparon de armarse atrás, mientras presionaban lo justo a unos temerosos jugadores del Tottenham.
Tras el descanso, los londineneses, que tuvieron a los argentinos Pablo Gazzaniga, Juan Foyth y Erik Lamela en el banco de suplentes, empezaron a llegar más al área de Alisson Becker, pero sin poder torcer el rumbo de la final.
Pochettino intentó meter más pólvora con la entrada del brasileño Lucas Moura, el héroe de las semifinales frente al Ájax, por Winks a menos de media hora del cierre.
Con el paso de los minutos, el partido empezó a romperse y en los últimos 20 minutos, el Tottenham, sin nada que perder, se volcó sobre el área contraria.
Pero, entonces, Origi cazó un balón en el área para soltar un disparo cruzado terminó marcando el 2-0 definitivo y sepultando los sueños de Pochettino y compañía. Para Klopp, la tercera fue la vencida en Champions. Liverpool vuelve a reinar en Europa.