En distintos operativos de control realizados por agentes de la Barrera Sanitaria del Senasa y Gendarmería se detectó diferente mercadería transportada oculta y en inadecuadas condiciones higiénicas y sanitarias. En dos oportunidades, la carne secuestrada provenía de La Pampa. En todos los casos, la mercadería se destruyó para evitar inconvenientes a la salud pública y en cumplimiento de la normativa vigente.
En los últimos días, en distintas acciones de control, Senasa decomisó más de mil kilogramos de productos cárnicos que pretendían ser ingresados de manera ilegal a la región protegida patagónica y sin respetar las condiciones higiénicas y sanitarias, lo que supone un riesgo para la salud de los potenciales consumidores.
El personal de la Barrera Zoofitosanitaria del Senasa –el jueves 27- junto con Gendarmería Nacional, en el puesto de Puente Dique Catriel, detectó 42 costillares, equivalentes a 750 kilógramos de carne bovina con hueso, más 100 kilógramos de menudencias, que eran transportados en una camioneta sin habilitación ni condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, desde la localidad de Colonia 25 de Mayo con destino al Alto Valle rionegrino.
Por otra parte, este viernes por la mañana, en el puesto de Puente Dique Catriel agentes del Senasa encontraron 300 kilógramos de carne bovina con hueso tapada con una frazada y en bolsas negras, oculta en el asiento trasero de una camioneta, procedente de Colonia 25 de Mayo con destino a Catriel, zona perteneciente a la Región Patagónica Protegida.
