La histórica Radio del Plata, casa de grandes mujeres y hombres de la radiofonía argentina, está siendo silenciada. Envuelta desde hace años en serios problemas económicos, que incluyeron despidos sin indemnización y un atraso de ocho meses en el pago de los salarios a sus trabajadores, la AM 1030 corre el riesgo de desaparecer del dial. Las autoridades de la emisora, perteneciente a Electroingeniería, le comunicaron ayer a los delegados sindicales una decisión que la pone al filo del abismo: pasarán música las 24 horas. Además, Juan Acosta y Leopoldo Elíes -en calidad de voceros de la empresa – les adelantaron a los representantes de los trabajadores que licenciarán «sin goce de sueldo» a la totalidad de la planta. La mala gestión empresarial y el ahogamiento del gobierno a los medios que ostentan una línea editorial crítica pusieron en jaque a una de las emisoras más importantes del país.
La complicada situación que atraviesa Radio Del Plata no es nueva. Desde la asunción del gobierno de Mauricio Macri, la AM 1030 inició un derrotero económico, artístico y periodístico, producto de un desmanejo gerencial que no supo crear las condiciones para volver sustentable una emisora que llegó a posicionarse como la segunda radio de AM más escuchada a comienzos de 2016. Los problemas económicos, que comenzaron con el pago en cuotas de sueldos del personal efectivo y el retraso del pago del personal que facturaba, derivaron en que figuras como Alejandro Dolina, Gustavo Sylvestre, Marcelo Zlotogwiazda y Darío Villarruel, entre otras, abandonaran la emisora.
Lejos de solucionarlos, Radiodifusora Del Plata agravó la situación de sus trabajadores, a los que empezó a abonarles el 50 por ciento de sus sueldos y, más tarde, despidió a cerca de la mitad del personal sin abonarles la correspondiente indemnización. Las medidas de fuerza, con paros que fueron escalando en intensidad a medida que las condiciones laborales empeoraban, al punto de llegar a no contar siquiera con papel higiénico en los baños ni línea telefónica para realizar las entrevistas, fue la única salida que encontraron los trabajadores para poder cobrar «algo» de sus salarios y tratar de sostener los puestos de trabajo. La respuesta de Radiodifusora Del Plata fue presentarse a convocatoria de acreedores.
«A un año de los últimos despidos masivos, se ha comunicado a los trabajadores la decisión de no continuar con programación y pasar 24 hs de música desde la planta transmisora. La propuesta es licencia sin sueldo para los trabajadores», denunciaron ayer los trabajadores de Radio Del Plata a través de las redes sociales. La decisión de levantar la programación y licenciar a los trabajadores se da justo en la semana en la que los periodistas Roberto Caballero y Carlos Polimeni abandonaran sus programas diarios en Del Plata.
Bajo el hashtag #QueNomueraRadioDelPlata, los trabajadores responsabilizaron de la profunda crisis que atraviesa la AM 1030 a la empresa licenciataria de la AM 1030. «La irresponsable administración del clan Acosta / Ferreyra vació la emisora que llegó estar segunda en audiencia con una programación de excelencia. Nunca pagaron indemnización, mantienen deuda salarial y permanece en concurso de acreedores», detallaron. Radiodifusora Del Plata, señala el comunicado que hasta la semana pasada se leía al aire de la emisora, es una «empresa propiedad de Sebastián Ferreyra y Santiago y Juan Acosta, y gerenciada por Martín Pereyra, Leopoldo Elíes y Gustavo Hoyo».
Los trabajadores convocaron para hoy a una asamblea de urgencia para consensuar los pasos a seguir. Si bien los representantes empresariales afirmaron vagamente que se levantará la programación por «20 días», «hasta el 25 de julio», el temor de los trabajadores es que Del Plata corra la misma suerte que otras emisoras durante el gobierno de Cambiemos, como los casos de Radio América (AM 1190) y El Mundo (AM 1070), que fueron silenciadas y abandonadas a su suerte durante largo tiempo.
La inacción del actual Ente Nacional de Comunciaciones (Enacom) y del Ministerio de Trabajo en los serios problemas económicos que atraviesan numerosas emisoras (a los casos de Del Plata, El Mundo y América se le pueden sumar los de Rivadavia, FM Rock&Pop, Espn y a las pertenecientes al Grupo Indalo) contribuyó a que el de la radio sea uno de los sectores más afectados en el cada vez más pequeño sistema de medios de comunicación de la Argentina.