La empresa Suschen, creadora de golosinas míticas como las «Mielcitas» y el «Naranjú» y una de las mayores productoras del sector en la Argentina, cerró su fábrica en la localidad bonaerense de Rafael Castillo tras 43 años de actividad. Más 100 trabajadores, en su mayoría mujeres, quedaron sin empleo y sin indemnización.
El alfajor homónimo también era un clásico de la empresa de golosinas fundada en 1976 y que durante el macrismo no pudo sortear la fuerte caída de ventas y la enorme deuda generada por los tarifazos de los servicios públicos.
«Estamos muy mal. Nos sentimos muy mal. Hay compañeras que tienen chicos discapacitados. Hicimos todo lo posible para que esto no ocurra. Pero por los malos manejos estamos pasando esta situación», lamentó el delegado gremial José Luis Ledesma.
«Hemos cubierto lo que los empresarios no pudieron cubrir. Se llevaron el activo fijo y se burlaron de todos. No somos locos ni suicidas, vamos a buscar la continuidad de trabajo», apuntó el delegado, quien responsabilizó a los propietarios de la firma. En diálogo con Radio 10, Ledesma destacó que llevaban semanas reuniéndose con la empresa en el ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, pero las reuniones no impidieron el cierre definitivo de la fábrica.
«En la última reunión, encabezada por Dante Sica, nos dijeron ‘hasta acá llegamos'», denunció el delegado. «La gente durmió en la fábrica para resguardar las máquinas, para que no se las lleven. Es tremendo, tenemos que ver qué hacemos».