El riesgo país argentino se disparó nuevamente este martes y alcanzó un nuevo máximo en casi 11 años, lo que produjo un generalizado desarme de posiciones por parte de inversores temerosos, frente a una creciente incertidumbre financiera y política disparada por el resultado en las elecciones primarias.
El índice medido por la banca JP.Morgan subía 10,2%, hasta 2.001 puntos básicos, el mayor nivel desde noviembre de 2008.
En este contexto, las ventas fueron generalizadas entre los bonos y las acciones, al tiempo que seguió la huída al dólar con una amplia inyección de fondos por parte del Banco Central (BCRA).
Los bonos se hundían hasta más de 14% y las puntas vendedoras auguraban mayores pérdidas casi de inmediato.
El dólar mayorista saltó más de 2%, a $56,30. El BCRA acumuló ventas por 302 millones de dólares de sus reservas.
«El mercado está desbordado y todo es vendedor. Cae la deuda y la bolsa, lo que presiona al tipo de cambio y no alcanza el esfuerzo del banco central con la inyección de dólares. El descrédito está en aumento y se refleja en un nuevo salto del riesgo país», dijo un agente financiero de la banca privada extranjera.
La amplia ventaja que obtuvo Alberto Fernández en las elecciones primarias del 11 de agosto llevó a un derrumbe generalizado del mercado financiero por el temor a que bajo su posible mandato se retome una fuerte intervención del Estado en la economía, como sucedió en la gestión de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, candidata a vicepresidenta en esta fórmula opositora.
La inflación mensual será superior al 3% en agosto, dijo este martes el presidente Mauricio Macri -quien busca la reelección-, debido al derrumbe de la moneda local que sufrió el país después del resultado adverso al Gobierno en las primarias.
El índice accionario S&P Merval de Buenos Aires perdía un 4%, a 24.800,06 unidades, liderado por la caída en acciones energéticas y financieras. Estos niveles son similares a los de agosto pasado, mientras que hay papeles que han retrocedido a precios semejantes a los de la crisis argentina del 2002.