Días después de la muerte de una aficionada que se quemó viva tras ser detenida por intentar ver en directo un partido de fútbol en Irán, la FIFA anunció que enviará próximamente una delegación al país asiático para «evaluar los preparativos» que deben permitir la presencia de mujeres en los estadios.
En Irán, las mujeres no pueden entrar a los estadios desde la Revolución Islámica de 1979, ya que los responsables religiosos argumentan que deben estar protegidas de la «atmósfera masculina» y no mirar «a hombres semidesnudos».
La FIFA aumentó la presión sobre las autoridades iraníes para que autorizaran a las mujeres a asistir a los partidos de calificación para el Mundial 2022 y dio hasta el 31 de agosto para que se produjera un cambio o su negativa traería consecuencias. El ministerio de Deportes iraní anunció a finales de agosto que se permitiría el acceso de mujeres al estadio para el partido contra Camboya.
La chica azul
Sahar Jodayari, de 30 años, fue arrestada el año pasado cuando intentaba entrar en un estadio en Teherán disfrazada de hombre para ver a su equipo favorito, el Esteghlal FC, según la web de información deportiva Varzesh3, que cita a su hermana.
Apodada la chica azul, en referencia a los colores del Esteghlal, Sahar se prendió fuego la semana pasada delante de un tribunal cuando le dijeron que iba a ser encarcelada durante seis meses, indicaron varios medios.
La muerte de Jodayari ha provocado una ola de solidaridad y emoción en las redes sociales, en las que se han lanzado llamamientos a la FIFA para que excluya a Irán de las competiciones internacionales. «Durante los días en que estuvo en el hospital no vino ningún famoso, ningún jugador, ni ninguna autoridad a visitarle. No vi a nadie», dijo el padre de Sahar en declaraciones a la agencia Mehr.