Ahora que finalizaron los actos que reunieron, en la emblemática laguna de la ciudad, a mis candidatos a presidente y vice, junto a nuestro gobernador Carlos Verna; ahora que se puso el sol otra vez y otra vez y otra vez después de que esa luz anaranjada entre nubes dibujara tantos corazones a pleno, puede que no esté de más preguntarse ¿por qué? ¿cómo sigue?.
En uno de sus textos Kafka habla de un hombre que manda a sus criados que dispongan su caballo para salir inmediatamente. Cuando éstos, extrañados por su apuro, le preguntan adónde va, él les contesta que eso no importa tanto. Salir de aquí es mi meta, dice. Eso también le pasó al Quijote, que se fue de aventuras por salir de su casa humilde y tal vez nos pasa a nosotros, con menos literatura, después de estos casi cuatro años de devastación de la Argentina gobernada por liberales ricos y angurrientos. Gobernada por un presidente mentiroso y cínico que se cargó, por ser breve, la infancia de 4,7 millones de niños que viven hoy en un estado de pobreza estructural. Es decir: comen mal, duermen en casas sin agua potable ni cloacas, sus padres no tienen trabajo y suma y sigue.
En una nota de opinión, un periodista atento a los mundos sensibles atrás de las noticias, decía de Cristina- nuestra candidata a Vicepresidente por el Frente de Tod☀️s- » conecta los trajes con los corazones » y a partir de esa observación va esta, que pueda sumar reflexión a lo que viene: ¿qué es unirse para salir, sumarse en la lucha (aunque, al decir de Verna «haya que tragar sapos»)? ¿qué es abrazarse en la multitud con afines y con no tanto? ¿qué es la esperanza, qué es la aventura, qué es un proyecto colectivo sino el deseo de tener un corazón? Todos los personajes – en los cuentos- todas las personas- en la vida real- que lo intentan/intentamos deben/debemos pasar por pruebas dolorosas y noches oscuras.
Tener un corazón nos hace sufrir, nos hace enamorarnos, nos hace temblar de emoción… porque el corazón es el lugar del extrañamiento, de la apertura hacia lo otro. La otra. Les otres. El que se niega, el que lo cierra, el que no lo entrega generosamente a estos vaivenes, se pierde latir, se pierde la vida. Tener proyectos colectivos que incluyen, la política, el peronismo y (la literatura para mí) es apostar por los latidos de ese corazón, es conectarlo con las posibilidades y las personas reales y achicar la brecha de desigualdades entre nosotros para que lo que siga sea – si y solo si- por el bien común.
(*) Por Adriana Lis Maggio (secretaria de Cultura de La Pampa)