Se trata de Claudia Ledesma Abdala, senadora por Santiago del Estero. Mayans reúne mañana a los senadores electos y se presenta como jefe de bloque.
Cristina Kirchner eligiría a Claudia Ledesma Abdala de Zamora como la presidenta provisional del Senado, el cargo más alto de la casa después de la vicepresidencia y que el peronismo esperaba que recayera en algún referente de La Cámpora o alguien cercano a la ex jefa de Estado.
No fue así. Cristina priorizó el acuerdo con el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que le permitirá garantizar tres votos y controlar el recinto con comodidad. Repitió así la estrategia de 2013, cuando Zamora ocupó la presidencia provisional, Norma Abdala de Mattarazzo la vicepresidencia de Diputados y le facilitaron la mayoría en ambas Cámaras durante los últimos años de su mandato.
Abdala es la esposa de Zamora, fue gobernadora hasta 2017 y luego diputada nacional, donde se negó a apoyar las leyes enviadas por Mauricio Macri. El caso más recordado fue la reforma previsional, cuando lideró la mitad de los diputados santiagueños que se opusieron pese a las presiones de Rogelio Frigerio.
Como anticipó LPO, tras reunirse con Alberto Fernández en su departamento de Recoleta Cristina le pidió unificar los bloques del PJ y el kirchnerismo, que estos años funcionaron divididos y enfrentados en casi todas las votaciones.
La alianza de la dupla presidencial con los gobernadores acercó posiciones, Miguel Pichetto se alejó para ser vice de Mauricio Macri y su reemplazante, Carlos Caserio, mantuvo una estrecha relación con Alberto pero se negó siempre a someterse al mando de Cristina.
La vicepresidenta había promovido como jefa a Anabel Fernández Sagasti y a Oscar Parilli como presidente provisional, pero su pretensión de sacar del medio a Caserio para que estén todos juntos la obligó a revisar sus pretensiones.
Propuso como jefe a José Mayans, el vice del bloque PJ con Pichetto y con Caserio. Conoce a Cristina de cuando ambos compartían bancada hace casi dos décadas y retomaron la relación el año pasado, durante el debate por los allanamientos a las propiedades de la ex jefa de estado que el formoseño se negó a votar.
El presidente electo le ofreció un ministerio al cordobés, que todavía no respondió, pero aun así este martes Mayans pactó una reunión a las 16 con los senadores actuales y otra a las 19 con los electos, que jurarán el miércoles en la sesión preparatoria convocada a las 14 horas.
El formoseño volvió el jueves a su provincia con la novedad de su jefatura y a la espera que Cristina eligiera al presidente provisional, que es quien le sigue en la línea sucesoria y tiene a cargo las sesiones cuando el jefe de Estado viaja al exterior y el vice se muda a la Rosada a firmar decretos. Participa de las reuniones de labor parlamentaria y tiene a cargo decisiones administrativas, lo que en algunas épocas ocasionó roces que esta vez nadie espera.
En el peronismo imaginaban un premio a Fernández Sagasti pero la futura vicepresidenta los sorprendió con otra dosis de pragmatismo y usó el cargo para ratificar aliados. También quiere adentro a los dos misioneros y le ofrecería Maurice Closs un lugar importante en la Comisión de Presupuesto.
Y a la dupla de pampeanos, con la promesa de sostener a Daniel Lovera en la comisión de Trabajo y Previsión Social. Si nadie saca los pies del plato, Cristina podría garantizar 41 senadores, 4 más que el quórum, aunque con la baja reciente de José Alperovich, de licencia por la denuncia de abuso sexual. Tal vez algunas veces podría sustituirlo con el Adolfo Rodríguez Saá, uno de sus amigos recientes. Si lo necesita.