La Cámara alta aprobó esta tarde el pliego de Graham con 47 votos afirmativos y 21 negativos. El puesto, vacante hace 14 años, lo ocupa la persona encargada de representar la defensa y garantía de los derechos de la niñez, y el control de las políticas públicas destinadas a la infancia y la adolescencia. Las organizaciones de la niñez celebraron su designación.
Tras catorce años de espera y dos años después de que se abriera el concurso formalmente, el puesto vacante para la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes tiene finalmente nombre y apellido: Marisa Graham. El Senado aprobó esta tarde por 47 votos contra 21 la designación de la abogada, ex directora de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación.
Minutos después, la vicepresidenta Cristina Kirchner le tomó juramento a la flamante funcionaria, que estaba presente en el recinto siguiendo el desarrollo de la sesión extraordinaria. El nombramiento de Graham había sido aprobado en junio de 2019 por la Cámara de Diputados y fue incluido en el temario de las sesiones por el Ejecutivo para motorizar el trámite legislativo.
Graham llegó a esta instancia tras un exhaustivo concurso entre sesenta y tres candidatos que culminó en 2018 con 14 postulantes finalistas. Sin embargo, recién el 25 de abril de 2019 la Comisión Bicameral votó por unanimidad que fuera ella la encargada de representar la defensa y garantía de los derechos de la niñez, y el control de las políticas públicas destinadas a la infancia y la adolescencia.
La propuesta de designación de la defensora y sus adjuntos fue elevada luego a las Cámaras de Diputados y Senadores para su aprobación. Tras el prolongado camino, el 26 de junio de 2019 Diputados avaló su nombramiento, junto al de los defensores adjuntos, Juan Facundo Hernández y Fabián Repetto. La votación de hoy deja firme esa designación.
La Coalición Infancia en Deuda, que había interpuesto un amparo junto a otras organizaciones de la sociedad civil para impulsar la creación de la Comisión, celebró la aprobación del pliego de Graham, al asegurar que fue fruto de «un proceso inédito en Argentina para la designación de quienes deben garantizar en forma equitativa los derechos de niñas, niños y adolescentes de nuestro país».
«La designación de sus autoridades completa la institucionalidad del sistema de protección de derechos de la infancia e inicia una etapa de enormes desafíos en la supervisión de las políticas públicas que atiendan las enormes vulneraciones que impactan en la infancia y adolescencia de nuestro país», indicaron.
Los antiderechos habían intentado bloquear la designación de Graham. A través del Partido Democráta Cristiano, recusaron a ocho de cada diez legisladores/as de la Comisión Bicameral por haber votado a favor de la legalización del aborto.
Sus integrantes eran las diputadas Samanta Acerenza-Pro, Carla Carrizo-Evolución radical, Soledad Carrizo-UCR/Cambiemos, Verónica Mercado-FpV y María Florencia Peñaloza Marianetti-Somos San Juan; y las senadoras Gladys González-Frente Pro, Pamela Verasay-UCR/Cambiemos, Norma Durango-Partido Justicialista La Pampa, Sigrid Kunath-Justicialista y Anabel Fernández Sagasti-FpV.
El cruce en el Senado entre Cristina Kirchner y Elías de Pérez
Durante la sesión se vivieron también momentos tensos entre las distintas facciones políticas. Cristina Kirchner y la senadora nacional Silvia Elías de Pérez, detractora de Graham, protagonizaron un cruce en plena sesión.
Viejas rivales en el Senado, tuvieron su primer contrapunto cuando la presidenta de la Cámara alta le dio la palabra a la legisladora tucumana de Juntos por el Cambio, pero sin mencionarla por su nombre.
«Gracias, señora presidenta, senadora Elías de Pérez», la corrigió, a lo que la titular del Senado ensayó un gesto de amargura.
Un rato después tuvo lugar el segundo round, cuando Elías de Pérez explicó que a su entender el tratamiento del pliego de Graham en el recinto era improcedente porque el artículo 106 del reglamento del Senado indica que los dictámenes de comisiones vencen ante el recambio de la Cámara. La ex jefa de Estado le contestó que su interpretación era incorrecta y que la Presidencia del Senado entendía otra cosa.