jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Nelson, el contagiado Nº 13, ya recuperado: «El sistema de salud pública es lo más grande que tenemos»

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Entre el 11 de febrero y el 4 de marzo Nelson Martínez y su pareja, Claudia, realizaron un viaje por Italia y Eslovenia. Entonces, el coronavirus aún no era pandemia. “Nuestro viaje fue increíble, soñado. Vivíamos plenamente todo nuestro recorrido, mediando precauciones y eludiendo visitar Milán y Venecia, que eran las ciudades más comprometidas por el virus”, escribió Martínez en su blog, una bitácora que cuenta su experiencia como “paciente número 13” en Argentina.





El hombre de 51 años es encargado de un edificio en Recoleta y cumple en su casa el aislamiento total hasta que su segundo hisopado dé negativo. En diálogo con Ámbito detalló cómo fueron sus días antes y después de la internación en el Hospital Muñiz, donde confirmó su diagnóstico.

Periodista: ¿Cuándo comenzaron los primeros síntomas?, ¿qué sentiste?

Nelson Martínez: Los síntomas empezaron el viernes 6 de marzo a la noche. Empecé a sentirme mal, me pesaba el cuerpo, dolor de cabeza, un poquito de tos y unas líneas de fiebre. Nos acostamos y al otro día me levanté pésimo: dolor de cabeza más intenso, más tos y los dolores musculares eran muchos. Cuando llegó la noche tenía 38.2° de temperatura, entonces hice lo que indicaban y llamé al SAME. Se abrió un protocolo para mi caso, me pasaron a buscar y quedé internado en el Hospital Muñiz. El martes me confirmaron que tenía coronavirus.

P.: ¿Cuál fue tu sensación al quedar internado bajo sospecha de coronavirus?

N.M.: Yo tengo mucha fe en Dios y, por otro lado, soy sumamente positivo. Entonces dije, ‘bueno, me tocó a mí’. Sabía que iba a estar bien y me iba a recuperar. Sabía que tenía buena salud, no fumo, no tengo enfermedades de ninguna clase, tengo un buen peso para mi edad… Cuando estás internado valorás lo que son los médicos. Los médicos del Muñiz te atienden con un amor y una devoción que el cariño te recupera. Con todo ese combo, más sabiendo que la institución es una de las principales de Latinoamérica dije ‘más no puedo pedir’. Y así fue: mi recuperación fue muy rápida.

P.: ¿Cuántos días duró la internación?, ¿cómo fue?

N.M.: Una semana. Recibí mucha medicación, tanto vía oral como endovenosa. Me entregué a los médicos y a Dios. No quiero decir que esta enfermedad no es grave: es gravísima. Yo cuento mi caso, que habrá sido un caso leve.

P.: ¿Qué opinión te merece el sistema de salud pública argentino tras esta experiencia?

N.M.: Yo no lo conocía, siempre me manejé con obra social o prepaga. Hoy te digo, habiéndolo vivido y viendo lo que pasa en otros países, el sistema de salud pública es lo más grande que tenemos. Tiene recursos humanos que puede sobrellevar cualquier situación. Si algo saco de esta enfermedad es que me enriquecí conociendo a la gente del Hospital Muñiz. Es maravillosa la atención de todo el sistema público: hoy en día permanentemente me llaman del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires para chequear si estoy bien, si necesito apoyo psicológico. No puedo más que decir gracias.

 

P.: ¿Cómo pasaste al período de aislamiento?, ¿cómo lo llevaste a cabo?

N.M.: Sigo en período de aislamiento, hoy cumplo 17 días. Cuando cumplí los 14 días, que era la meta mínima, me hice un pedido de delivery: me compré ravioles, un postre, le puse una velita, hice un video y se lo mandé a los chicos. Estoy con ánimo, lo sobrellevo bien, no me deprimí nunca, todo el día me busco una actividad para hacer en casa, mantengo rutinas. Paso un día y siento que me queda uno menos, hasta el segundo hisopado.

P.: ¿Por qué decidiste escribir una bitácora con esta experiencia?

N.M.: Yo soy muy lector. La familia me decía, ‘¿por qué no escribís un blog?’. Me lo armaron y lo escribí todo por WhatsApp. Escribí todos los días, conté cómo fueron mis síntomas, cuando llegué al hospital, después cuando llegué a casa. La idea fue que si a alguien le servía una palabra, bienvenido sea.

P.: Más allá de los síntomas físicos, ¿cómo impactó en vos emocionalmente este diagnóstico?

N.M.: Lo tomé como que soy un ser finito y me tocó como a cualquiera. Estamos todos en la misma situación y a cualquiera nos puede pasar.

P.: ¿Te arrepentís de haber viajado?

N.M.: No, para nada. Tuve un viaje espectacular, lo disfrutamos muchísimo con mi pareja. No se sabía, cuando yo llegué a Italia no había ningún caso. Nos quedó Venecia y Milán, perdimos la reserva pero ahí sí estaba grave la cosa, hubiese sido meternos en la boca del lobo.

P.: Claudia, tu pareja, también dio positivo, ¿cuál es su situación hoy?

N.M.: Ahora está mejorando, tuvo algunos síntomas más persistentes, por ejemplo muchísima tos. Le queda un dolor de garganta que todavía no se fue. Está haciendo el aislamiento en su casa. Está a seis cuadras, no estamos juntos pero sabemos que estamos cerca uno del otro.

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