Charlotte Figi, la niña estadounidense de 13 años que inspiró la creación del aceite de marihuana medicinal más famoso del mundo para el tratamiento de convulsiones, murió anoche por el coronavirus, según informó su familia en las redes sociales y diferentes medios estadounidenses que se hicieron eco de la novedad.
«Charlotte ya no sufre. Ella está libre de ataques para siempre. Muchas gracias por todo su amor, respetemos la privacidad de la familia en este momento», fueron las palabras elegidas por su madre, Page Fiji para comunicar la noticia en Facebook.
El diario The Colorado Sun la describió como «una niña alegre y frágil que lanzó un movimiento que condujo a cambios radicales en las leyes de marihuana en todo el mundo», al dar la noticia del deceso, producido en Colorado Springs.
En las últimas semanas, Paige Figi venía publicando en Facebook sobre una enfermedad grave que afectó a todos los miembros de su familia y envió a Charlotte al hospital por primera vez «después de 9 años».
«La mayoría de la casa se recuperó bien después de un mes de virus pero nuestra pequeña Charlotte no ha mejorado. Tuvo un par de días en los que parecía dar vuelta la página pero luego decayó. Usamos todos nuestros trucos los últimos días, pero nada funcionó. El personal aquí es increíble y fue reconfortante ver algunas caras amistosas de mi pasado (…) Por favor, mantenla en sus pensamientos y oraciones», había escrito el padre, Greg, hace 5 días.
Y si bien la madre nunca aludió explícitamente al Covid-19 en sus post, The Realm of Caring Foundation – una organización cofundada por Paige Figi-, confirmó en Facebook la madrugada de hoy que la muerte de Charlotte se debió a complicaciones del coronavirus, según The Colorado Sun.
Charlotte tenía el síndrome de Dravet, una forma rara y debilitante de epilepsia que se manifestó por primera vez cuando tenía tres meses, y por entonces la pequeña comenzó a sufrir diariamente cientos de convulsiones pequeñas y grandes para las cuales resultaron ineficaces los tratamientos farmacéuticos.
Después de escuchar sobre una familia en California que trató las convulsiones de sus hijos con aceite hecho de cannabis, Paige Figi comenzó a investigar esa posibilidad y se conectó con un elaborador de marihuana medicinal de Colorado Springs llamado Joel Stanley, quien, junto con sus hermanos, había ayudado a desarrollar una cepa de cannabis rica en cannabidiol, o CBD, un compuesto no psicoactivo.
Gracias a este producto, las convulsiones de Charlotte se redujeron tan drásticamente que sus padres decidieron dejar de lado las drogas farmacéuticas antiepilépticas.
Con el tiempo, Charlotte pudo caminar, jugar y alimentarse normalmente; y los hermanos Stanley llamaron a su producto CBD Charlotte’s Web en homenaje a la niña cuyo caso comenzaba a aparecer en la literatura académica.
Pero la historia de Charlotte adquirió importancia mundial en 2013, cuando apareció riendo y jugando en un documental de CNN que representó una gran revelación y un baño de esperanza para familias de todo el mundo cuyos hijos padecían enfermedades similares.
«Cientos de familias se mudaron a Colorado en busca de CBD para sus hijos bajo las leyes estatales de marihuana medicinal. La migración fue tan grande que las familias tenían un nombre propio: refugiados de marihuana», contó el matutino The Colorado Sun.
«Charlotte pronto se convirtió en una cara prominente del movimiento de la marihuana medicinal en todo EEUU y el mundo», agregó.
Las condolencias inundaron la página de Facebook de Paige Figi y el sitio web de Charlotte donde, por ejemplo, los hermanos Stanley escribieron: «Ella era una luz que iluminaba el mundo. Era una niña que nos llevó a todos sobre sus pequeños hombros».