La nave espacial Soyuz volvió a Kazajistán con tres astronautas, que dejaron la Estación Espacial tras una misión de seis meses.
El ruso Oleg Skripochka y los dos norteamericanos, Jessica Meir, protagonista del primer paseo espacial femenino, y Andrew Morgan, hallaron un mundo «surreal». «Es como si volviéramos a un planeta totalmente distinto», dijo Meir.
Los procedimientos para el regreso de los astronautas fueron más largos, por las restricciones a los viajes y los protocolos de seguridad.
Los tres volaron en forma separada en helicóptero hasta Baikonur, donde luego se dividieron. Meir y Morgan tuvieron un viaje de tres horas desde Baikonur para tomar el jet de la NASA que los esperaba en el sitio de aterrizaje más cercano para llevarlos a Houston.
Para Oleg Skripochka el viaje fue un poco más breve, ya que tomó un avión ruso en el cosmódromo para volver a su casa cerca de Moscú.
Esperaba a los astronautas en Kazajistán un grupo de recuperación más pequeño que el habitual, con ocho helicópteros en lugar de 12 y menos tripulación para la fase de descenso, que no fue transmitida en el canal de la televisión satelital de la NASA.
Una vez en Houston, Meir y Morgan pasarán su primera semana en cuarentena rígida en el Johnson Space Center de la NASA, ya que su sistema inmune podría haberse debilitado por la permanencia en el espacio.