Según informó el Gobierno, diez personas murieron en las últimas 24 horas en Argentina y se alcanzó el número más alto de infectados en un día desde que comenzó la pandemia, con lo que ascienden a 329 los fallecidos y a 6.879 los contagiados desde el inicio del brote. El Gobierno analiza retrotraer la cuarentena a la fase anterior en el área metropolitana en medio de la disparada de casos que este miércoles llegaron a un récord de 316 en un día.
La situación es de tal tensión que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, encabezó por la noche una reunión de urgencia de los equipos de Desarrollo, Salud y Seguridad, para analizar la manera de contener los contagios en las villas y barrios carenciados, hoy principal foco que explica la disparada de casos.
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En el Ejecutivo evitan hablar del «pico» de la pandemia y prestan mayor atención a la secuencia de días en la que se duplican los casos. Tan sólo 5 días atrás, el 8 de mayo, el número de casos perforó por primera vez la barrera de los 200 diarios desde que se conoció el primer caso el 3 de marzo. En menos de una semana se superó la barrera de los 300, en especial por la cantidad de casos que se detectaron en la Ciudad y más precisamente en las villas porteñas.
Mientras en el interior se pasó desde el lunes a la fase 4 del aislamiento, titulada «Reapertura progresiva», en el AMBA se mantiene la fase 3, llamada «segmentación geográfica», con la apertura de la mayoría de los comercios, como puede verse en la Ciudad desde este martes.
Pero si la tasa de duplicación baja y se sostiene en menos días de los que el Gobierno venía estipulando para relajar la cuarentena, en el Gobierno aseguraron a LPO que se volverá a la fase dos, es decir, que en la Ciudad y el Conurbano ya no podrá circular la mitad de la población como se espera para la fase actual sino sólo el 25%.
La advertencia de la Casa Rosada parece dirigida sobre todo a Horacio Rodríguez Larreta, que fue el más agresivo en el desconfinamiento, al punto que generó la molestia de Axel Kicillof y los intendentes del Conurbano que no están de acuerdo en aflojar tanto la cuarentena.
En Chile, por caso, el presidente Sebastián Piñera debió endurecer las restricciones en la capital como nunca hasta al momento luego de que se dispararan los casos un 60 por ciento en un sólo día. Este fenómeno también se está dando en China, donde surgieron los primeros casos del virus. En la ciudad de Jilin, en el noreste chino, el gobierno volvió a imponer un confinamiento parcial tras la aparición de nuevos casos de coronavirus, ante el temor por una segunda oleada de contagios en el país. Tras haber habilitado las clases, las volvió a prohibir y también volvió a cerrar gimnasios, cines y comercios.
La preocupación del Gobierno por la situación de las villas lo llevó a apurar el programa «El barrio cuuida el barrio» a través del ministerio de Desarrollo Social y el plan «Detectar» para identificar a las personas con mayor vulnerabilidad sanitaria y social, y asegurar la provisión de insumos de higiene personal, como se acordó en la reunión de los ministros Daniel Arroyo, Ginés González García y Sabina Frederic con Cafiero.