Las autoridades de Botswana están investigando la muerte de 150 elefantes en los pantanos del Delta del Okavango, sin causa determinada, aunque ya se han descartado la caza ilegal o el envenenamiento.
Los veterinarios y oficiales de Vida Salvaje de ese país encontraron a los animales casi intactos, lo cual elimina a los cazadores furtivos, que los matan para hacerse de sus colmillos y de su carne.
Además, los exámenes toxicológicos no encontraron rastros de veneno o bacterias que pudieran haber provocado infecciones mortales.
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