jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Una castense en Dinamarca: El oasis de los argentinos donde no hay inflación y hay igualdad económica

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«Hoy Dinamarca es el oasis de los jóvenes argentinos para conocer, viajar y hacer una experiencia distinta. Hay una gran comunidad de Argentina porque podés vivir bien y ahorrar, no hay inflación y hay un Estado muy presente», relató la joven castense Jennifer Seisdedos. «Donde vivimos conocí dos pampeanos de Santa Rosa, pero acá hay argentinos de todos lados, aunque la mayoría se radica en Copenhague», explicó la joven castense en una comunicación telefónica con Radio DON 101.5 Mhz.





Los pampeanos Jennifer Seisdedos y Matías Soligo -santarroseño- son profesores de Educación Física, y comenzaron a viajar por medio de las Visas Working Holiday, que son acuerdos que tiene Argentina con algunos países, para que los habitantes de nuestro país puedan ir a trabajar y vacacionar durante un año en determinados países, ya estuvieron un año en Nueva Zelanda, tres meses en Suiza y ahora hace dos años que permanecen en Dinamarca.

La pandemia de Covid-19 los encontró residiendo en Aarhus, la segunda ciudad más poblada, y trabajando en un gran patio de comidas típicas de varios países. «Estábamos trabajando en este predio (gastronómico) donde anda mucha gente y cerró de un momento para el otro, y estuvimos un poco más de dos meses sin trabajar. Si bien acá no hubo cuarentena obligatoria, sí estaban cerrados los gimnasios, los street foods, hoteles y restaurantes, pero la gente andaba normalmente. Circulaba un meme porque los daneses tiene ese distanciamiento social de un metro, y se reían dado que así es fácil cumplir el distanciamiento», relató en una comunicación telefónica con Radio DON.

«El Estado está muy presente y durante la pandemia ayudó a las empresas cubriendo el 90% de los sueldos de los empleados y también los alquileres (de comercios y empresas), así que estuvimos más de dos meses sin trabajar pero cobramos un porcentaje de nuestro salario», destacó.

La entrevistada consideró que las medidas adoptas en Argentina fueron «muy acertadas», porque Dinamarca tiene solamente 5 millones de habitantes, pero tuvo más de 11 mil contagios.

Ahora en el país escandinavo atraviesa la temporada de verano, y por ende se potencia el turismo. «Hay un mapa que se actualiza semanalmente donde las zonas marcadas en naranja, no podés concurrir. Abrieron rápidamente las fronteras con Alemania y Noruega, y ahora hay más libertad. Nosotros estando acá queríamos conocer Europa, y ahora es como que nos da un poco de miedo hacer viajecitos», reconoció.

TRAVESÍA POR EL MUNDO

La hija del ex jefe de la Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de La Pampa, Darío Seisdedos, relató que en 2015 comenzó el trámite, porque se puso de novio con el santarroseño que ya tenía el viaje programado. «Me animé a hacer la primera experiencia en Nueva Zelanda y me sumé», dice risueña.

Destacó que el país de Oceanía «es de película». Allí trabajaron en la cosecha de kiwis, en una fábrica para seleccionar cerezas y después limpiaron hoteles. «Allá nos compramos un auto porque nos salió 700 dólares, invertimos en eso para no gastar en transporte y pudimos recorrer todo el país», relató.

Cuando se terminó la visa regresaron a La Pampa. Y transcurrido un año comenzaron a planear la nueva experiencia. Dinamarca tenía visas ilimitadas para los argentinos, y solamente exigía tener algo de ahorros y un pasaporte valido. Otros países, como Australia, requieren de rendir exámenes de inglés y tener una carrera universitaria, explicó.

-¿Quizás esto sea porque Dinamarca no es un destino tan seleccionado como Nueva Zelanda o Australia?

-Sí, pero ahora está cambiando un poco, porque en realidad Dinamarca se llenó de argentinos. Es que se gana y se vive bien. Y también en realidad se cometieron errores, porque hubo muchos argentinos que se fueron sin pagar los impuestos, y esas cosas no pueden pasar porque son muy estructurados y todo funciona muy bien. Este año pondrán un límite de visas, y ya no será tan fácil venir.

IGUALDAD ECONÓMICA

Dinamarca tiene un gobierno monárquico, y es un país primer mundista. «El gobierno atraen a muchos estudiantes europeos porque les pagan para estudien. Los jóvenes hacen las carreras en universidades públicas y encima reciben un salario. Solo tenés que cumplir algunas horas de trabajo, pero algunos también reciben ayuda para los alquileres», contó.

Los trabajadores aportan un 8% de sus impuestos para la corona, donde Margarita II de Dinamarca es la actual reina. Esta es la monarquía más antigua del mundo, con más de mil años desde que el rey Harald fundó el reino de Dinamarca, y tuvo una línea continuada por 50 reyes y dos reinas. Y los tributos alcanzan el 38% del salario de los trabajadores, pero el fuerte rol estatal provoca que sea uno de los países con mayor igualdad económica.

«La gente no habla mucho de política y no cuestiona las decisiones. Me contaban que un gobierno quiso bajar el impuesto para la monarquía y la gente protestó para que lo mantengan porque ven que todo funciona bien», contó la joven pampeana.

VIVIR SIN INFLACIÓN

La joven castense manifestó que en Dinamarca “se vive muy tranquilo porque no hay inflación”. Ejemplificó que cuando “vas al supermercado y siempre tenés los mismos precios, el sueldo tampoco tiene variación y no existe el aguinaldo. Cuando cobrás hacen un descuento que está destinado para las vacaciones y te reservan el dinero para cuando lo quieras usar. Obviamente que es mejor el aguinaldo”, explicó con risas.

Los pampeanos trabajan en un Street Food, que es una construcción inmensa donde los visitantes tienen locales de comidas típicas de distintos países. “Te pagan por horas, si en el mes trabajás 100 horas, eso te van a pagar”, narró.

“Inicialmente trabajamos en la cocina mexicana, pero los dueños tuvieron problemas y cerraron; y nosotros tuvimos fortuna porque a los pocos días encontramos trabajo en otras cocinas. Ahora trabajo en un local que vende hamburguesas de pato y papas fritas cocinadas en grasa de pato, y mi novio en la cocina de pizza con los italianos”, contó.

La carne de pato la exportan desde Francia. “Les gusta mucho, de hecho la cocina trabaja muy bien y en Navidad es una tradición comer pato. Nunca lo había probado, pero es muy parecido al pollo”, dijo.

RAREZAS DANESAS

En Dinamarca actualmente atraviesan la temporada de verano, aunque “el clima está bastante raro. Tuvimos dos semanas muy lindas, pudimos ir a la playa y ahora volvió el frío. No sabemos qué pasará está temporada”, explicó Jennifer Seisdedos.

La entrevistada señaló que durante el verano los días son “muy largos”, dado que recién a las 22.30 horas “comienza el atardecer” y a las 5 horas “ya está el sol a pleno”. En contraste, el invierno resulta “muy depre”, explica la joven.

“A las 15.30 ya está oscuro y a las 19 horas te dan ganas de ira al cama. A veces pasa una semana sin sol, porque está nublado. Nosotros el verano pasado, nos fuimos todo enero a Argentina para escapar a esto y visitar a nuestras familias”, recordó.

Seisdedos explicó que Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suecia socialmente “tienen un funcionamiento y una cultura bastante particular”. Explicó que los daneses suelen ser muy tranquilos, respetuosos y algo tibios.

“Se juntan en grupos reducidos y si toman algo, ahí se suelta”, dice risueña. El cumplimiento del horario es “muy estricto” y todo funciona “muy estructurado”. Todos andan en bicicleta. Hay bicisendas en las ciudades y en las rutas. “A mí me gusta andar en bicicleta y cuando llegué acá no lo podía creer. Las chicas y señoras iban en bicicleta con tacos, pintadas y con vestidos”.

Otra costumbre muy particular son los cumpleaños. Aquellos que cumplen 25 años y no tienen pareja, son atados en un espacio público y todos los familiares les arrojan canela, y si esto continúa a los 30 años se repite el rito, pero esta vez le echarán pimienta. Esta es una forma demasiado cruel de recordar que el cuerpo no te esperará para siempre, si quieres tener hijos, dicen los lugareños. Y los egresados cuando terminan la secundaria andan varios días con gorros de marineros “por todos lados”.
“Tienen que cumplir como misiones o prendas, y de acuerdo a los logros alcanzados son los pin que tienen en los gorros”, relató Jennifer Seisdedos.

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