La negociación de la deuda argentina, en el marco de la debacle económica global generada por el coronavirus, fue este domingo noticia en el Financial Times. En la nota titulada “El Presidente argentino les dice a los acreedores: No podemos hacer nada más”, el diario británico consigna que Alberto Fernández busca concretar una reestructuración de más de $ 65.000 millones de dólares.
“Con una carga de 323 mil millones, Argentina ya estaba en una profunda recesión antes de la pandemia y en mayo el país sudamericano defaulteó por novena vez en su historia, aunque ningún acreedor ha iniciado una demanda todavía”, dice el periódico que describe al Presidente como un “izquierdista pragmático”.
Cualquier cifra más alta que la ofrecida, 53 centavos por dólar, “pondría nuestra capacidad de pago en riesgo, y yo no quiero estafar a nadie”. Esas fueron las declaraciones de Fernández en su primera entrevista ante un medio extranjero desde que asumió en diciembre del año pasado.
Con esas palabras, tal como lo hizo en la entrevista publicada por Página/12, el mandatario desestimó cualquier tipo de demanda adicional de parte de los tenedores de bonos que piden mejorar la oferta antes del 4 de agosto, la fecha límite para entrar al canje.
Lo que el Gobierno llamó “la oferta final” incluye una importante suba en las cifras ofrecidas desde la propuesta inicial lanzada en abril. Y uno de los argumentos esgrimidos por el Presidente por el confía que los bonistas entrarán en el canje es el marco que le otorga a la negociación el nuevo orden mundial creado por la pandemia.
El medio británico también resaltó el papel que tuvo Fernández en las negociaciones para la reestructuración de la deuda durante la primera presidencia de Néstor Kirchner en su rol de Jefe de Gabinete, “después del último incumplimiento importante de deuda soberana, en 2001”.
Otro de los temas de la entrevista fue el plan de reactivación económica para después de la pandemia: “Fernández predijo que la recuperación internacional del próximo año en la demanda de las exportaciones de granos de Argentina desde países como China impulsarían una recomposición después de una ‘gran caída’ este año. Y a eso se le sumará, según él cree, un estímulo a través de subsidios, obras públicas y proyectos para la construcción de viviendas”.