Este fenómeno ocurrió porque al estar cerrados los alojamientos, el agua no se calefacciona a 36ºC y la sal termina solidificándose. Llega a tener 10 centímetros de espesor.
Carhué y las aguas del lago Epecuén no dejan de sorprender. Si bien es conocido el efecto que produce la sal en épocas frías, al depositarse en la costa de la laguna, esta vez la sorpresa se la llevaron en un conocido hotel al momento de limpiar una de las piscinas hidrotermales.
Luego de vaciar la pileta, los dueños del hotel Epecuén se encontraron con que, producto de la falta de calefacción del agua -debido al cierre de los alojamientos por el aislamiento debido a la pandemia de coronavirus-, en una de ellas se había llegado a acumular unos 10 centímetros de sal.
Las imágenes no tardaron de llegar a las redes sociales, e incluso muchos vecinos de la ciudad pidieron que la piscina no se limpie hasta que no puedan sacarse una foto para recordar lo ocurrido.
En ellas se observa como la sal acumulada ha conformado una especie de segunda pared, avanzando incluso por fuera de la pileta, sobre paredes, bancos y otros elementos.
“Es la primera vez que nos ocurre esto”, contó el dueño del hotel, Rubén Besagonill. La pandemia hace que aparezcan estas cosas naturales, porque si hubiésemos tenido gente, seguramente no lo hubiéramos visto”.
Más allá del filtrado continuo y tratamiento constante que se hace en estos lugares, las aguas se cambian una vez al año para limpiar las piletas, ya que algunos elementos no se pueden combatir en forma natural.
“Decidimos limpiarla ahora, porque veíamos que el salitre estaba rompiendo el borde de los cerámicos, ya que se mete entre las juntas y corroe el pegamento. Pero cuando estaba por terminar de vaciarse, ya nos encontramos con que había una capa de sal solidificada de 10 centímetros de espesor, con cristales que estaban pegados unos a otros”, manifestó. (Fuente: La Nueva)