miércoles 17, abril, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

La monetarización de la muerte en Castex: ¿Una vida se mide en like? (*)

Estupor. Asombro. Incredulidad. La desfortuna de una familia que pierde un hijo adolescente, rápidamente se transforma en la “moneda de cambio” de quienes se pretenden convertir en importantes y poderosos, para enviar “un mensaje indirecto” a funcionarios y gobernantes. Y así movilizar sensaciones locales para que impacten en el Centro Cívico pampeano, y desde allí accedan a caprichos y/o restituyan beneficios.





El ministerio de Salud de La Pampa, que tanto elogiamos en el manejo de la pandemia de la Covid 19, aseguró que el paciente recibió atención médica en las sucesivas consultas realizadas en forma ambulatoria y en compañía de su madre.

Además, detallaron que al niño castense le realizaron estudios de laboratorio y electrocardiagrama, y una consulta remota a con cardiólogos y pediatras que sugirieron una derivación a General Pico, donde llegó acompañado por un médico y una enfermera local.

A esos profesionales se los acusa de “mala praxis” cuando aún no está el resultado de la autopsia de un deceso. Algo totalmente descabellado.

Como se puede denunciar “falta de atención” cuando no se tuvo acceso a los registros y las historias médicas. Y quienes podrían dar ese testimonio están atravesando el momento más difícil de sus vidas, y no se han pronunciado.

Aún si hubiera “mala praxis” y “abandono de persona”, la familia tendrá tiempo de actuar judicial y civilmente, si así lo consideran apropiado, cuando puedan realizar una coraza ante tremenda angustia.

Como vecinos, nos podemos tomar el atrevimiento de sacar conjeturas y hacer rápidos análisis de las causas del deceso de un niño. Y fomentar comentarios, y desarrollar descabelladas teorías. ¿No deberíamos respetar a la familia?.

Esto ocurre porque en la era de la virtualidad. Y de repente la tecnologización nos pega un sopapo para demostrarnos como nos pueden meter una idea y/o creencia desde un teclado y una red social. Y así los inescrupulosos pueden sacar algún rédito oculto, aún con la muerte de un niño y el dolor de una familia.

Los mercantilistas del dolor aprovechan desfortunas ajenas con intenciones de sacar beneficios para sus cruzadas contra políticos y/o instituciones intermedias y/o organismos gubernamentales.

Y después aparecen los que copian y pegan, que deshonran el periodismo y monetarizan la información sin medir consecuencias y con el único afán de posicionar esos sitios que tienen mucho amarillismo y poco trabajo periodístico.

Si la  virtualidad trae aparejada la impunidad. Si la virtualidad nos impide pensar y razonar. Si el único objetivo se los medios de comunicación se transforma en cosechar visualizaciones y Like, entonces ya se puede parodiar a Mafalda cuando alocadamente expresa: “Paren este mundo, me quiero bajar”.

Por Coclete Rosa

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