jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Denuncian irregularidades en el manejo de fondos de CAME

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La cámara de supermercados chinos Casrech presentó ante la Inspección General de Justicia (IGJ) un pedido de auditoria por presuntas «inconsistencias» en el manejo de los fondos del Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnología para el Comercio (Inacap) por parte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).





La denuncia ante la Inspección General de Justicia la que tramita bajo el expediente N° 3.113.141, contra CAME por la administración, distribución irregular y desvío de fondos del INACAP (Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio), por la suma de 353 millones de pesos que el citado organismo habría efectuado a Federaciones y Cámaras asociadas a CAME, pero cuya asignación se habría realizado en forma absolutamente irregular.

Eso suma más tensión a la crisis política de CAME, a partir de una conducción marcadamente ligada al gobierno de Cambiemos y principalmente a la figura de Mauricio Macri, que terminó trasladándose al seno interno de la entidad, lo que debilita a la actual conducción de Gerardo Díaz Beltrán y su principal delfín Ricardo Diab, golpeada nuevamente a partir del alejamiento de la nómina de consejeros de la entidad, Martin Trubycz, ex secretario Pyme del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Además, se conoció una investigación interna en torno a las irregularidades de las empresas controladas por CAME, que apunta a la creación de la empresa denominada Pymetic SA, para el manejo de CAME Pagos, poniendo el foco en el destino final que tenían los fondos recaudados y si los mismos daban beneficios a la Confederación y sus socios, o era parte de una triangulación de empresas, entre las que se nombra a Feentech SA. De hecho, el accionar de estas firmas, involucran a Carlos Grosso, de reconocidos vínculos directos con la reciente gestión del macrismo.

A su vez Teipesa SA representa el 50% de Pymetic SA, mientras que el otro 50% corresponde a una sociedad denominada Feentech SA. Dicha empresa está en el ojo de la tormenta atento a que el 50% de lo recaudado en lugar de retornar a sus socios queda en poder de Feentech SA en cuyo directorio esta la esposa de Carlos Grosso, Alejandra Alonso Piñeiro. Este entramado de empresas y la atípica asociación entre Teipesa SA y la empresa vinculada a Grosso, formarán parte de la referida investigación.

A raíz de dichas irregularidades en la reunión del 16 de julio del Consejo Directivo de CAME se solicitó se realice una auditoría integral de las firmas Teipesa S.A. y Pymetic S.A., a lo que se sumó que el Consejero Claudio Vodanovich, solicitó la inclusión de un veedor para garantizar la independencia y transparencia de la misma. Dicho tema quedó incorporado para ser tratado en el orden del día de la próxima reunión, que se realizó el 5 de agosto.

Pese a los reclamos del propio Vodanovich, Diego Navarro, Nicolás Morelli, entre otros consejeros, la “cúpula” de CAME se negó rotundamente a su tratamiento, no sólo por las irregularidades que podrían surgir de Teipesa S.A., sino además por la inexplicable participación de la empresa de Carlos Grosso Feentech S.A., de la cual su esposa Alejandra Alonso Piñeiro es directora. El tema generó un fuerte debate, no obstante lo cual la cúpula de CAME se mantuvo en la negativa e impidió la realización de la auditoría.

A esta situación ya de por si grave, cabe agregar que, en la reunión anterior, Díaz Beltrán, ya había perdido la dimisión a uno de sus principales soldados, como es el caso de José Bereciartúa, exsecretario general de la entidad, quien debió renunciar a su cargo por cuestionamientos internos.

Por si todo esto fuera poco, se suma el hecho de que el Gobierno Nacional encabezado por el presidente Alberto Fernández no recibe a la entidad desde que asumió el 10 de diciembre, en razón de la escasa representatividad de las actuales autoridades de CAME, en el mundo de los empresarios pymes y por tal motivo ha optado por realizar reuniones sectoriales para atender las problemáticas de las mismas, derivadas de las dificultades producto de la pandemia.

El oficialismo, encabezado por Díaz Beltrán y apoyado por su delfín, Ricardo Diab, afronta una extrema debilidad al frente de CAME, pues su escasa representatividad sumada a la pérdida de sus dos principales operadores y la ausencia de diálogo con el Gobierno, (que mantiene el vínculo a través de mesas sectoriales con las pymes), enfrenta un panorama lleno de dificultades y un futuro incierto.

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