Tedros Adhanom Ghebreyeus, director de la OMS, propuso una nueva forma de saludar: llevarse la mano al corazón para respetar la distancia social.
Saludar con el codo es un gesto que se ha convertido en una de las imágenes más representativas de la pandemia de COVID-19 y de la nueva normalidad, debido al peligro que supone estrechar la mano o saludarse con un beso por la alta transmisibilidad del virus. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda evitarlo y propone una nueva forma de saludar: llevarse la mano al corazón para respetar la distancia social recomendada de 1,5 metros.
«Es mejor evitar los codos, porque nos colocan a menos de un metro de distancia de la otra persona. Lo mejor es que nos llevemos la mano al corazón», aseguró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. También afirmó que el choque de codos es un saludo «de mal gusto» y «antihigiénico», que no respeta las medidas de prevención.
El funcionario había advertido sobre esto casi al inicio de la pandemia, pero el mensaje volvió a viralizarse luego de que retuiteara un comentario publicado por la economista española, Diana Ortega, en el que aludió en concreto al consejo de la OMS de evitar el choque de codos para saludar, en este contexto difícil.
Investigación
Un estudio realizado en India y publicado en la revista Physics of Fluids, también sostiene que es mejor no saludar con el codo ni toser sobre él. Siempre es mejor hacerlo con barbijo o tapabocas, y revela que si se tose en el codo descubierto, en lugar de sobre una prenda de ropa, no evita la propagación del coronavirus.
El estudio dirigido por una científica de la Organización de Investigación Espacial de la India explica que, si se tose sobre el codo cubierto, el virus sí se detiene, pero no así si se hace directamente sobre la piel. Para concluir esta tesis, los investigadores utilizaron ‘imágenes schlieren’, una técnica que fotografía la variación en la densidad de un fluido, con el objetivo de rastrear el campo de dispersión de las partículas expulsadas al estornudar con diferentes maneras de cubrir la boca.
De esta forma, observaron que las mascarillas quirúrgicas desechables redujeron el campo de propagación entre 50 centímetros y 1.5 metros, mientras que las partículas con la boca descubierta llegaron hasta los tres metros de distancia.