Un hombre de 38 años fue condenado hoy a un año y seis meses de prisión de ejecución condicional, por ser autor del delito de amenazas agravadas por el uso de arma, en concurso real con amenazas simples. La víctima fue su esposa. Entre las reglas de conducta que le fijaron figura la prohibición de compra y tenencias de armas.
El primer ilícito fue cometido el pasado 9 de enero en el domicilio donde convivían el victimario, la víctima y sus siete hijos. Luego de una discusión entre ambos, el hombre –en presencia de dos hijos– extrajo un cuchillo de la cintura, se lo mostró a la mujer y, apuntándole todo el tiempo, le dijo que “iba a pasar para el otro lado si no se callaba”.
Meses después, el 25 de agosto, el agresor llamó por teléfono a la víctima y le manifestó: “me cagaste la vida (…), te voy a cagar matando, te voy a reventar la cabeza”; lo que generó temor tanto en ella como en una de las hijas, que estaba escuchando. Por eso, esa noche, la damnificada se fue con sus hijos a la casa de sus padres.
La sentencia fue dictada por el juez de control de General Pico, Diego Julio Ambrogetti, a partir de un acuerdo de juicio abreviado presentado por la fiscala Ana Laura Ruffini, el defensor particular Jerónimo Altamirano y el propio acusado.
El magistrado, a su vez, le impuso al imputado las siguientes reglas de conducta durante dos años: fijar domicilio y no ausentarse del mismo sin dar aviso previo al Juzgado de Ejecución Penal y al Ministerio Público Federal; prohibición de acercamiento a la víctima y/o lugares a los que habitualmente concurre; prohibición absoluta de comunicación y contacto –debiendo concurrir al Juzgado de la Familia, Niñas, Niños y Adolescentes a realizar el trámite de obligación alimentaria y régimen comunicacional con los niños en caso de ser necesario–; realizar un tratamiento psicológico; y prohibición de compra y tenencia de armas.