miércoles 9, octubre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Un viejo Chevrolet Celta puede arruinar los planes de Bolsonaro en San Pablo

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Así como Axel Kicillof usó un Renault Clío para recorrer Buenos Aires, el filósofo y líder de los sin techo Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, que aparece como una de las sorpresas de la elección municipal del domingo en San Pablo, la mayor ciudad de Brasil y Sudamérica, apela a su compañero de ruta electoral, un Chevrolet Celta 2010 con el cual quiere convertirse en un símbolo para disputar el voto de las barriadas de la periferia.





Boulos puede ser el responsable del fracaso del presidente Jair Bolsonaro nada menos que en la ciudad más importante del país, de acuerdo con todos los sondeos para la primera vuelta de las elecciones del próximo domingo en los 5.568 municipios de Brasil.

Candidato presidencial por el izquierdista PSOL en 2018 con 1 por ciento de los votos, Boulos se consolidó en las encuestas como segundo detrás del actual intendente de San Pablo y candidato a la reelección, Bruno Covas, básicamente porque heredó parte del progresismo de clase media que históricamente votaba al Partido de los Trabajadores de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), tiene el 32% de intención de voto e incluso cuenta con chances de vencer en primera vuelta, pero Boulos ha trepado al 13, por sobre el diputado bolsonarista Celso Russomano, del partido Republicanos, con 12%.

El 30 de octubre, en la anterior encuesta, Russomano tenía 20% y estaba segundo.

En cuarto lugar se ubicó con 10% Marcio França, del Partido Socialista Brasileño (PSB), el hombre en Sao Paulo de la alianza con el Partido Democrático Laborista del candidato presidencial para 2022 Ciro Gomes.

En el PT, el exsecretario de transportes del exintendente Fernando Haddad, Jilmar Tatto, araña por ahora el 6% de los votos, tal vez la peor elección del PT en las últimas tres décadas en la capital económica del país.

En medio de la pandemia, las elecciones de este año se apoyaron con fuerza en lo digital y allí Boulos sacó diferencia del resto, jugando el videojuego de moda among us con jóvenes de la derecha liberal o yendo a transmisiones por Twitch. Resultado: imbatible entre los que votan por primera vez hasta los 27 años.

Además, su candidata a vice, la octogenaria Luiza Erundina, exintendenta del PT en los años ochenta de San Pablo, arrastra votos en la otra franja etaria, la de los jubilados.

Hijo de dos médicos de clase media alta del barrio de Pompeia -donde está ubicado el club Palmeiras- Boulos, filósofo de la Universidad de Sao Paulo con maestría en psicología, eligió dedicarse al trabajo social.

Se mudó a Campo Limpo Paulista, una periferia sin árboles y conocida por su violencia urbana y escasez de transporte urbano y opciones de entretenimiento, desde donde conduce el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST). Prometer acceso a la vivienda es su principal consigna para ganar la alcaldía.

Incluso Boulos generó situaciones incómodas dentro de la izquierda. Le está ganando al candidato de Ciro Gomes y le está sacando apoyos de peso al PT. Desde Chico Buarque, Caetano Veloso hasta el fraile dominico Frei Betto, todos optaron por no respaldar verticalmente al PT y decidieron apoyar a Boulos.

El PSOL de Boulos nació como una escisión del PT en 2004 pero luego el filósofo y líder social hizo una alianza con Lula, a tal punto que el expresidente lo tuvo como uno de sus principales aliados para buscar su liberación de la condena de corrupción.

Boulos, incluso contra parte de su partido, fue una de las caras de la campaña ‘Lula Libre’, a tal punto que en las últimas horas el candidato Tatto debió desmentir su renuncia a la postulación a cambio de asegurarle a Boulos el segundo turno en San Pablo.

Una de sus características en la campaña fue el uso propagandístico del Chevrolet Celta valuado en 15.000 reales, unos 2.700 dólares. «Mi Celtinha es un tractor, sube todas las laderas en primera», fue el eslogan, también con un estilo de sencillez a lo José Mujica.

En la campaña de Boulos negaron a Télam que el marketing electoral sobre andar por la ciudad en un automóvil austero tenga que ver con el Clío del gobernador Kiciloff, aunque ya el impacto en la prensa y en el electorado es parecido en términos de imagen de falta de lujos en la vida de un candidato.

El objetivo, para Boulos, es con este simbolismo atrapar a las clases populares que tiene el PT, el evangelismo del bolsonarismo con Russomano y la tradición de Bruno Covas y el PSDB del gobernador paulista, Joao Doria. Sus principales defectos son la falta de gestión del PSOL a nivel nacional y la creencia vía fake news de que habrá una suerte de invasión de la propiedad privada de los ricos para ayudar a los favelados y gente en situación de calle.

Acusado en los debates por sus rivales hasta de «usurpador de tierras», Boulos necesita sacarse la imagen del progresismo urbano de clase media y llegar a las periferias y a las casi 1.000 favelas que posee la ciudad de San Pablo.

En esas barriadas, llegar con un Celta 2010, puede ser una diferencia.

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