El 8 de diciembre de 1985, en el estadio Olímpico de Tokio, Argentinos Juniors (campeón de la Copa Libertadores) y Juventus (campeón de Europa) empataron 2 a 2, después de los 90 minutos reglamentarios y los 30 de alargue. Finalmente, el club italiano se adjudicó el trofeo, tras imponerse en la tanda de penales por 4-2.
Aun cuando el club ya había visto pasar por sus filas al mejor Diego Armando Maradona, Argentinos Juniors vivió uno de sus momentos de mayor gloria deportiva hace 35 años, a pesar de haber perdido una final.
Ocurrió el 8 de diciembre de 1985 en el estadio Olímpico de la ciudad de Tokio, en Japón. Se jugó la final de la Copa Intercontinental de esa edición entre el campeón de la Copa Libertadores, el conjunto de La Paternal; y el de Copa de Campeones de Europa (antigua denominación de la actual Champions League), Juventus de Italia.
Al cabo de 120 minutos (90 reglamentarios y 30 de alargue) de fútbol trepidante, con dos equipos que asumieron el protagonismo con sus respectivas armas, el club turinés se adjudicó el trofeo, tras imponerse en la tanda de penales por 4-2.
Pero Argentinos Juniors entregó en esa madrugada de Buenos Aires una de las mejores lecciones futbolísticas de un equipo argentino en un evento de tal magnitud, desafiando ese viejo axioma que pretendió instalar Carlos Bilardo, al referir que «del segundo, no se acuerda nadie». A veces, totalmente falso.
«Dino Zoff, que es toda una gloria del fútbol italiano, dijo que -nunca en la historia- un equipo rival le había jugado de esa manera a la Juventus en una definición» reveló José Antonio Castro, histórico puntero derecho del ‘Bicho’ que resultó una de las figuras de ese partido que finalizó igualado 2-2
«Con nuestras armas estuvimos muy cerca de derrotar a un gigante del fútbol mundial, que tenía estrellas del calibre de (Michel) Platini, (Michael) Laudrup, (Gaetano) Scirea» evocó ‘Pepe’, de 65 años, ante la consulta de Télam.
Ese conjunto conducido por José ‘Piojo’ Yudica, reemplazante de Roberto Saporiti, había alcanzado meses antes la Libertadores, tras derrotar por la vía de los penales a América de Cali (5-4), en el estadio Defensores del Chaco de Asunción.
«Cuando asumió Yudica nos juntó en el vestuario y dijo: ‘Muchachos, acá vamos a seguir jugando de la misma manera, no hay que cambiar nada si este equipo es un relojito'», recordó Castro, que también supo vestir las camisetas de Vélez Sarsfield e Independiente.
«Así ganamos la Copa (Libertadores) con una personalidad tremenda y con un plantel que tenía jugadores de gran jerarquía», manifestó el wing que esa tarde fría de Tokio sufrió la marca de Antonio Cabrini, quien había sido campeón del mundo con el seleccionado ‘azzurro’ en España ’82.»El ‘Piojo’, un sabio dentro y fuera de la cancha, nos incentivó a que fuéramos profundos, a que buscáramos desbordarlos siempre», reveló el otrora atacante que también fue figura en el ascenso de Unión de Santa Fe a Primera (1989).
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En acción
Así, luego de un primer período parejo en donde el elenco italiano parecía más afirmado, Argentinos Juniors tomó la posta apenas comenzado el segundo tiempo.
A los 10 minutos, el mendocino Carlos Ereros apareció en una típica diagonal de las que solía hacer -tras habilitación de Mario Videla- y definió por encima de la cabeza de Stéfano Tacconi.
Enseguida, a los 18 minutos, el francés Platini estableció la paridad 1-1, con un penal convertido, tras falta de Jorge Olguín a Aldo Serena.
Pero sobre los 30m., Claudio Borghi, uno de los baluartes de ese conjunto de La Paternal, le puso una pelota en cortada a «Pepe'» Castro, quien cruzó el remate y la colgó en el ángulo para decretar el 2-1.»Cuando (Claudio) Borghi tomó la pelota, piqué y sabía que iba a venir para mi sector. La pude empalmar bien y la pelota entró por el otro palo», contó Castro
Sobre los 37m., en tanto, el dinamarqués Laudrup le dio el toque de cierre a una hábil maniobra ofensiva de la ‘Juve’ y marcó el 2-2.
«Las dos veces que nos pusimos en ventaja, ellos empataron muy rápido. No lo pudimos sostener», se lamentó Castro. «Ya pasó mucho tiempo pero si, tal vez, hubiésemos tenido una referencia de área en el ataque, los hubiésemos obligado a los italianos a ellos a no adelantarse tanto», evaluó.
En los penales, el mediocampista Sergio Batista y el zaguero central José Luis Pavoni fallaron sus remates y el conjunto de Turín, más allá de que erró Laudrup, se impuso por 4-2, para quedarse con la Intercontinental.
«Encontramos el reconocimiento del fútbol argentino y mundial por el desempeño que cumplimos. Ese es el sello distintivo que queda de esa final», dijo Castro.
«El hincha de Argentinos quedó maravillado con esa definición como si la hubiésemos ganado porque respetamos el ADN histórico de la institución, ese de jugar pelota al piso, con la cabeza levantada y pensar siempre en el arco rival, sin importar la jerarquía del equipo de enfrente», consideró.
Los detalles de la gran final
Argentinos Juniors: Enrique Vidallé; Carmelo Villalba, José Luis Pavoni, Jorge Olguín y Adrián Domenech; Mario Videla, Sergio Batista y Emilio Commisso; José Antonio Castro, Claudio Borghi y Carlos Ereros. DT: José Yudica.
Juventus: Stéfano Tacconi; Sergio Brío, Luciano Favero, Gaetano Scirea y Antonio Cabrini; Massimo Bonini, Massimo Mauro, Lionello Manfredonia y Michel Platini; Aldo Serena y Michael Laudrup. DT: Giovanni Trapattoni.
Goles en el segundo tiempo: 10m. Ereros (AJ); 18m. Platini (J), de penal; 30m. Castro (AJ); 37m. Laudrup (J).
Cambios en el segundo tiempo: 19m. Stéfano Pioli por Scirea (J); 33m. Mássimo Briaschi por Mauro (J); 37m. Renato Corsi por Commisso (AJ). En el segundo tiempo suplementario; 12m. Juan José López por Ereros (AJ)
Definición por penales: Argentinos Juniors 2 (convirtieron Olguín y J.J. López; fallaron Batista y Pavoni)-Juventus 4 (anotaron Brío, Cabrini, Serena y Platini; marró Laudrup).
Arbitro: Roth Volker (Alemania)
Estadio: Olímpico (Tokio). Espectadores: 62.000