Su dueña viajó hasta Santa Rosa para buscarla. Tras casi 48 horas de la última vez que la vieron en una YPF, continúa la intensa búsqueda de familia y amigos.
Una vecina de Plaza Huincul «está desesperada» buscando a su perra en Santa Rosa. «Estaba viajando en la trafic, cuando el vehículo se detuvo en la estación de servicio y salió disparada. No la encontramos más», le dijo el conductor del vehículo, aunque ella desconfía.
Entre los problemas de pandemia, distancias y protocolos, Marina Bolinaga (20 años) tuvo que separarse de su perrita Nala. «Yo estudio en Córdoba con mi novio y él es de la localidad pampeana de Trenel. Cuando terminó el año, me vine a Plaza Huincul donde nací y donde vive mi familia. Y él se quedó con la perra», contó.
Marina quería volver a verla a Nala y tras varios viajes frustrados decidieron mandarla en una Trafic. «Buscamos y había un servicio de transporte que hacía Córdoba-Neuquén que no tenía inconveniente en buscarla por Trenel y traerla. Dijo que ya varías mascotas habían viajado con él, que no era una complicación», describió.
Según relató la neuquina, el transporte «se demoró dos horas» y pasó a buscar a Nala a las 2 de la mañana de este sábado por la casa de la familia de su novio. «En la primera parada en una YPF, a eso de las 4 de la mañana, nos llama el chofer diciendo que había salido disparada y no la podía encontrar», se enojó.
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Al parecer, «el conductor no podía esperar porque tenía otros pasajeros» y siguió su viaje. «Ahí empezamos a avisar a todos nuestros conocidos en Santa Rosa que se pusieran a buscarla y mi novio se fue directo a esa YPF casi a las afuera de la ciudad», contó.
El sábado por la tarde, Marina junto con su madre viajaron a Santa Rosa para continuar con la búsqueda. «Seguimos acá, pero aún no la encontramos. Todos nos dicen que agarró la ruta y se fue alejando de la ciudad. Pero estamos haciendo ese recorrido y aún nada», se indignó.
¿DESCUIDO O MALA INTENCIÓN?
La comunicación que tuvieron -el sábado a la madrugada- con el conductor, fue la única. «Nos avisó que la iba a seguir buscando un ratito más, pero si no aparecía tenía que seguir viaje y así hizo», relató Mariana.
Entre las versiones que el chofer dio a su novio y lo que hablaron con el playero de la estación de servicio, que «vio todo», las conjeturas apuntan directamente a una «inoperancia». Al parecer, a Mariana le había dicho que en el único tramo del viaje en el que estuvo la perra en la Trafic se la veía inquieta y dijo que se «estaba comiendo la correa».
«El playero nos dijo que al llegar a la estación, lo sacó a pasear con correa y todo, pero al regresarlo al vehículo lo desató antes de cerrar la puerta y ahí salió disparada Nala para la ruta», dijo.
Ahora, la búsqueda continua en las inmediaciones de la YPF y acuden a la solidaridad de los vecinos. «Encima debe estar muy asustada, pero ojalá la encuentre. Estamos haciendo todo lo posible», dijo y concluyó con los datos de Nala: «Es un perro de calle, no tiene raza. Es negra, mediana y tiene orejas gigantes. Porta un collar dorado».
