Cuba empezó a utilizar de manera masiva una gotas nasales desarrolladas en ese país para enfrentar el coronavirus. El fármaco se llama Nasalferón y es un inmunoprotector que evita la replicación del SARS-CoV-2, el virus que provoca la covid-19.
Las gotas nasales cubanas fueron elaboradas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana. Desde el jueves pasado se les suministran a los cubanos llegados del exterior y a sus convivientes en Boyeros y Diez de Octubre, dos de los municipios de mayor densidad poblacional de La Habana. Las autoridades sanitarias de Cuba esperan ampliar su suministro de manera gradual a toda la ciudad donde viven unos dos millones de personas.
El Nasalferón se aplica por vía nasal. La indicación es colocarse una gota en la mañana y otra en la noche, por un período de 10 días. «Los convivientes deben iniciar el tratamiento tres días antes del arribo del viajero a su domicilio», explicó a la prensa la directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública de Cuba, Ileana Morales.
El reparto del fármaco está en manos de los policlínicos, que lo distribuyen en los Consultorios del Médico de la Familia, una red asistencial territorial donde un médico y una enfermedad atienden a la comunidad.
En La Habana hay un rebrote de coronavirus. Esta semana se registraron un promedio de más de 80 casos diarios. La aplicación de las gotas constituye una de las nuevas acciones para enfrentar a la pandemia.
El último sábado Cuba registró un récord de 365 nuevos contagios de coronavirus. Desde el comienzo de la pandemia acumula 14.188 casos y 148 fallecidos.
La base del Nasalferón
Morales explicó que el Nasalferón tiene como base un interferón elaborado en Cuba. Esa droga se ha usado con un 93% de efectividad en el personal médico que trabaja en la llamada Zona Roja de los hospitales donde están internados los contagiados.
Fuentes oficiales precisaron que hasta agosto pasado el medicamento fue suministrado a más de 17.000 trabajadores de la salud. También lo recibieron unas mil personas consideradas como vulnerables por tener una edad avanzada o haber estado en exposición directa a la covid-19.
Los científicos explican que el fármaco modifica la cantidad de colonias de virus presentes en el organismo, además de fortalecer el sistema inmunológico y garantizar que la persona infectada no desarrolle síntomas severos.
Por emplearse por vía nasal tiene como ventaja incidir de manera directa en la zona del organismo donde se concentra la mayor cantidad de virus, por lo que altera de manera rápida su reproducción.
El Nasalferón se utilizó en forma experimental en la provincia cubana de Ciego de Avila. Tras las pruebas, el investigador del CIGB, Hugo Nodarse, consideró que «el efecto preventivo tiene una proyección a largo plazo” y destacó que no presenta «efectos secundarios adversos muy grandes».
Actualmente Cuba está desarrollando, además, cuatro vacunas contra el coronavirus. Los desarrollos se encuentran en distintas fases de ensayos clínicos para cumplir con la intención gubernamental de inmunizar este año a toda la población.
El Instituto de Vacunas Finlay (IVF), de La Habana, tiene dos vacunas en marcha, llamadas Soberana-01 y Soberana-02. En tanto el CIGB produjo a Abdala y Mambisa, esta ultima de administración nasal.