Tigres se convirtió en el primer equipo mexicano en clasificarse a la final de un Mundial de Clubes, después de derrotar 1-0 al campeón de la Copa Libertadores, Palmeiras, este domingo en el Education City Stadiun de Rayán, en Qatar.
Un gol de penal del francés André-Pierre Gignac (53) permitió a los «Felinos» hacer historia en la cita planetaria, y ahora el conjunto dirigido por Ricardo Ferretti espera rival por el título, que saldrá del duelo del lunes entre Bayern Munich alemán y Al-Ahly de Egipto.
Tigres mejoró por tanto la mejor actuación de un equipo mexicano, y de cualquier otro representante de la Concacaf en las 16 ediciones previas disputadas del Mundial de Clubes. Necaxa (2000), Monterrey (2012 y 2019), Pachuca (2017), y el costarricense Deportivo Saprissa (2005) alcanzaron el tercer puesto.
El campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf, que llegaba tras derrotar 2-1 a su homólogo de Asia, el Ulsan Hyundai surcoreano, despertó a Palmeiras del sueño de convertirse en el primer equipo brasileño en llevarse el cetro mundial desde que lo ganase Corinthians en 2012.
La derrota del conjunto brasileño supone la quinta ocasión en que no habrá representante de la Conmebol en la final del Mundial de Clubes.
El presidente de la FIFA Gianni Infantino presenció desde el palco la sólida actuación del equipo que dirige Ferreti, quien sólo realizó una modificación respecto al once que jugó en cuartos de final del Mundial de Clubes; se cayó Francisco Meza y entró el paraguayo Carlos González, algo que se revelaría un acierto.
Los mexicanos no siempre tuvieron la posesión del balón, pero gozaron de las mejores ocasiones ante un Palmeiras que repitió el once de la final de la Libertadores.
Pese a un primer aviso con potente cabezazo de Carlos González repelido por Weverton en el minuto 3, fueron los brasileños los que llevaron el control más tiempo en el primer acto. Rony no tardó en probar al arquero argentino Nahuel Guzmán con un disparo lejano.
Los de Monterrey no se sentían cómodos y la pelota no les duraba demasiado en las piernas, aunque Palmeiras no plasmaba el dominio en ocasiones claras.
Hasta que Gignac y el colombiano Luis Quiñones encontraron su inspiración minutos antes del descanso. Ambos hombres de ataque percutieron por el costado izquierdo creando peligro incesante. La conexión Gignac-Quiñones protagonizó una buena jugada dentro del área con disparo desde una posición escorada del francés que el arquero brasileño envió a córner.
Poco después, de nuevo Gignac, obligó a Weverton con un remate de cabeza orientado. El arquero, vigente oro olímpico, fue el mejor de los suyos hasta el descanso.
A la vuelta de vestuarios se mantuvo la tónica y el fruto llegó con un penal en el minuto 52 por agarrón de Luan Garcia sobre Carlos González. Gignac no tembló y superó raso por abajo al arquero brasileño para anotar su tercer gol en este Mundial, todos los que suma Tigres. Fue además el gol 147 del delantero galo con el club de San Nicolás de los Garza.
Quedaban 40 minutos por delante ante Palmeiras, pero el cuadro dirigido por el portugués Abel Ferreira no encontró el camino para inquietar a Guzmán, más allá de un remate de cabeza alto del arquero Weverton, que había subido a rematar un córner en el tiempo añadido.
«Hicimos un gran esfuerzo, desde el arquero hasta el delantero. Si hubiéramos tocado un poco más la pelota, perdido menos balones fáciles… ellos estaban muy cansados después de la Libertadores, que festejaron mucho», declaró el goleador de Tigres al terminar el partido.
«Somos el primer club mexicano en llegar a la final, ahora, como después (del partido ante) Ulsan, a descansar y a preparar la final», afirmó.
En su primera presencia en un Mundial de Clubes Tigres hizo historia, pero quiere seguir haciéndola el jueves en la final.