El tradicional desentierro del mítico Pujllay -el diablo de la alegría-, que marca el inicio de los festejos centrales del carnaval en Jujuy, se vive este sábado en la provincia sin celebraciones masivas y con restricciones de circulación, pero con habilitaciones para reeditar el característico ritual en grupos reducidos y al «límite» respecto a la ocupación hotelera en la Quebrada de Humahuaca.
Así lo indicaron desde el Ministerio de Cultura y Turismo de Jujuy, al señalar que se encuentra colmada la capacidad tanto en la mencionada región, que concentra alrededor de 8 mil plazas, como así también en ciudades de los valles jujeños, al centro y sur provincial.
Las medidas restrictivas adoptadas para los festejos de carnaval, que empezaron a regir desde el último jueves y se extenderán hasta el martes, limitan la circulación de turistas entre las distintas localidades, en particular del norte provincial, hasta donde se puede llegar solo reserva hotelera o alquiler temporario.
En ese sentido, el ministro de Cultura y Turismo, Federico Posadas, informó a Télam que «se está al límite de la capacidad hotelera en la Quebrada y los Valles», que suman más de 10 mil plazas disponibles, y también se registran «muchas casas de familia en alquiler», mecánica que se habilita cada año ante el éxodo que se produce a poblados del norte provincial.
Las ceremonias organizadas por las cientos de comparsas que existen en la provincia y que suelen realizarse en sitios considerados sagrados, se llevan adelante con hasta un máximo de 20 personas y previa autorización de la Secretaría de Cultura local.
El mismo margen de asistentes deben sostenerse en los encuentros en casas de familias, mientras que los bares y locales de eventos están limitados a organizar solo almuerzos y cenas show, previa aprobación del Comité de Emergencias local, sin superar el 50% de su capacidad habilitada y siendo 300 personas el límite máximo permitido de concurrentes.
Comerciantes del norte provincial vinculados a la actividad turística, como los que pertenecen a los poblados de Purmamarca y Humahuaca, se mostraron en contra de las disposiciones con manifestaciones que se mantenían hasta este sábado a la mañana.
Asimismo, desde el ámbito cultural tacharon de «excesivas» las restricciones y consideraron que afectan «el hecho cultural», ya que, por ejemplo, muchos de los que suelen observarse disfrazados del Pujllay,»mantienen promesas de sumo valor durante el rito».