9 de Marzo de 1811 – Se libra la Batalla de Tacuarí, hecho ocurrido En las márgenes del Río Tacuary, en territorio de la actual ciudad de Carmen de Paraná, sur del Paraguay.
Tras la Revolución de Mayo, la Primera Junta de gobierno invito al resto de las ciudades y provincias a unirse a la revolución, El Paraguay bajo dominio realista se negó y la Junta envió un ejército al mando del General Belgrano para acabar con esta oposición.
Belgrano llega hasta Paraguarí (cerca de Asunción) donde sufre una derrota a manos de los realistas del Paraguay y debe retroceder hasta el Rio Tacuarí, donde decide resistir si Buenos Aires le envía refuerzos. La ayuda fue enviada en una pequeña escuadra naval que remontaría el Rio Paraná, al mando de Juan Bautista Azopardo, pero esta flotilla entra en combate contra los realistas el 2 de Marzo, en San Nicolás de Los Arroyos, fue derrotada y los refuerzos nunca llegaron.
Los paraguayos avanzaron detrás de Belgrano, esperando que éste se retirara sin combatir después del desastre sufrido en Paraguarí, La vanguardia estaba al mando de Fulgencio Yegros y el grueso de las tropas al mando del general Manuel Cabañas.
En la mañana del 7 de Marzo se produjo la concentración de las tropas paraguayas a la margen derecha del río Tacuary. El plan era construir un puente para cruzar y enfrentar al ejército de Belgrano. El 8 de Marzo se terminó de construir un puente sobre el río y comenzaron a pasar las tropas paraguayas.
El 9 de Marzo los paraguayos atacaron de frente la posición de las fuerzas de Belgrano. Éste se hizo fuerte detrás del río Tacuarí, obligando a las fuerzas de Cabañas a salvar el río bajo fuego enemigo. Pero Cabañas dejó sólo una parte de sus fuerzas, incluida toda la artillería, en esa posición, y avanzó por una picada a través de la selva. Por una senda abierta especialmente para esta operación, Cabañas atacó de costado al ejército porteño. El coronel José Machaín se desplazó hacia el costado para repelerlo, pero fue rodeado por la caballería paraguaya y obligado a rendirse. Entonces Belgrano dejó apenas unos pocos hombres en su posición defensiva y marchó en ayuda de Machaín. Al mando de los defensores del paso del río quedó el mayor Celestino Vidal, que quedó casi ciego por un cañonazo. Aun así logró derrotar a los atacantes, usando como lazarillo a un niño, tambor del ejército. Éste siguió tocando, animando a los soldados y transmitiendo las órdenes de su jefe, hasta que fue alcanzado por el fuego enemigo y cayó muerto. El niño correntino llamado «Tambor de Tacuarí», de nombre Pedro Ríos, se convertiría con el tiempo en leyenda militar de la Argentina.
Belgrano se negó a rendirse ante el requerimiento de Cabañas, y se mantuvo en una firme resistencia, que obligó a los paraguayos a detener su avance. Rápidamente, Belgrano retrocedió con lo que quedaba de su ejército hasta una loma cercana. Desde allí envió una comunicación a Cabañas, en la que le decía que: «las armas de Buenos Aires han venido a auxiliar y no a conquistar al Paraguay. Pero, puesto que rechazan con la fuerza a sus libertadores, he resuelto evacuar la provincia, repasando el Paraná con el Ejército de mi mando…» Cabañas tomó esa comunicación como un pedido de armisticio, y ordenó a Belgrano que, con su ejército, en el perentorio término de un día, abandonara la provincia.
Más allá de la derrota, el máximo éxito de Belgrano fue lograr que en el Paraguay se comenzara a considerar seriamente la Independencia, algo que había sido rechazado por diversas razones. En efecto, poco después, el 14 de Mayo, los propios paraguayos declararon su independencia de hecho y se dieron su primer gobierno. Entre sus impulsores se encontraban varios de los vencedores en Tacuarí, especialmente Fulgencio Yegros.