Un informe del Instituto Leloir- CONICET sobre la vacuna Sputnik V contra el Covid-19 destacó la alta efectividad contra el virus y señaló que produce defensas contra la proteína de SARS Cov-2 en el 100% de los individuos analizados después de la 2 dosis.
Por otro lado, el 94% de los individuos mostraron presencia de anticuerpos específicos después de una sola dosis de vacuna.
En tanto que el 96% de personas menores a 60 años tuvieron anticuerpos reactivos mientras que en mayores de 60 la reactividad fue del 89%.
Las conclusiones del informe son:
Informe final de la primera etapa de un estudio liderado por investigadores del CONICET y realizado bajo la coordinación del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, indica que a los 21 días después de la primera dosis de la vacuna Sputnik V, el 94% de los individuos analizados del grupo 1 desarrolló anticuerpos IgG específicos anti-Spike, mientras que a los 21 días de la segunda dosis el 100% de los vacunados del grupo 1 desarrolló dichos anticuerpos.
El 96% de las personas menores de 60 años tienen anticuerpos a los 21 días de la primera aplicación.
En los mayores, esa tasa es del 89%. Y dos inmunizaciones generan anticuerpos en el 100% de los vacunados.
La investigación contó con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y fue coordinado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en siete hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires: Evita, Fiorito, Rossi, San Juan de Dios, San Martín, San Roque y El Cruce.
El estudio se realizó a 288 individuos vacunados, 61 de los cuales estuvieron previamente infectados con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
El trabajo también reveló que la cantidad de anticuerpos en personas previamente infectadas que recibieron una sola dosis de la vacuna Sputnik V es 4,6 veces superior a la de aquellos voluntarios sin infección previa que recibieron el esquema de vacunación de dos dosis.
Hasta este martes 13 de abril, un total de más de 5,5 millones de vacunas contra el coronavirus fueron aplicadas, aunque menos de 750 mil personas completaron el esquema de inmunización con las dos dosis.
No todas son Sputnik V. En Argentina también se aplican las Sinopharm, originarias de China; y Covishield, oriundas de la India.
De acuerdo a los datos publicados en el Monitor Público de Vacunación, del Ministerio de Salud, hasta el momento el Gobierno distribuyó 7.085.796 dosis, de las cuales se aplicaron 5.571.878.
Ése último número está compuesto por las 4.836.246 personas que recibieron el primer componente de la vacuna y las 735.632 que ya completaron el esquema de inmunización con las dos dosis.
El número entre vacunas distribuidas y aplicadas nunca será igual, ya que varias dosis debieron ser descartadas por pérdida de cadena frío, rotura del frasco de vidrio u otros inconvenientes: tal como publicó NA, el Gobierno admitió un «subrregistro» en la recopilación de los datos sobre las vacunas que se echaron a perder.
En tanto, en lo que se refiere a la condición de las personas que recibieron las vacunas, el mayor número de dosis fue aplicada a personas de 60 o más años (3.098.242), seguido de los trabajadores del sistema de Salud (1.596.115).
Además, el personal estratégico (Fuerzas de Seguridad y Armadas, Docentes y personal no docente de todos los niveles educativos, Responsables del Funcionamiento del Estado y Personal del Servicio Penitenciario) recibió 635.671 vacunas; las personas de 18 a 59 años con factores de riesgo, 240.552; y «Otros», 1.298.
Pese a que la campaña de vacunación contra el coronavirus avanza con celeridad, el problema del Gobierno es que depende del abastecimiento de las dosis: el stock vigente dura hasta el próximo fin de semana; por lo que si no llegan nuevas vacunas, se paralizará el operativo de inmunización a nivel nacional.
Sin embargo, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) otorgó la autorización o el registro de emergencia a la SARS COV-2 (células vero) inactivada, también de China; la ChAdOx1-S, desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca; y la BNT162b2, de Pfizer.