Una maestra jardinera de Eduardo Castex relató en primera persona el dolor de perder un familiar por la pandemia de la Covid 19. El concientizador posteo llama a la reflexión a los negacionistas, hoy denominados covidiotas, sobre los inconvenientes y las consecuencias que provoca este virus “cruel, despiadado e inhumano”, que ni siquiera permite acompañar a los pacientes en los últimos instantes de su vida.
La docente Patricia Meder permitió difundir la publicación realizada en las redes sociales, apostando que quizás a algunos les permita hacer conciencia y el dolor familiar pueda realizar un aporte a una comunidad que afronta un brote que está desbordando el trabajo del personal sanitario, y está colapsando los recursos físicos y humanos disponibles en el Hospital Pablo F. Lacoste .
Acá compartimos el texto:
SE FUE EL CACIQUE…….
Hace una semana el «cacique» de la flia, era diagnosticado con Covid positivo. Internado con neumonía. Y…ahí empezó nuestra pesadilla, solo un ángel llamado Gladys San Martín, pudo cuidarlo, a pesar de una búsqueda en vano de personas que pudieran relevarla.
A partir de allí solo pudimos acompañarlo a través de una ventana, del lado de afuera del hospital, a metros de distancia, ver su deterioro y hasta sus últimos suspiros. Sin poder despedirnos, ni el último beso, abrazo o simplemente tomarlo de la mano y decirle q «estamos acá».
Ver cómo lo meten en una bolsa negra y desde el hospital salir su ataúd sellado, para ser despedido por unos íntimos, por pocas horas.
Este relato es para los «pelotudos» (sic) que aún siguen pensando que este virus es mentira; que es política, que por cada positivo que dan los médicos, les pagan; y no sé cuántas pelotudeces se escuchan; que los medios de comunicación exageran, asustan al pedo.
Les puedo asegurar q la realidad supera cualquiera de las cosas mencionadas. Es un virus cruel, despiadado e inhumano… Reaccionemos… cuidarte es cuidarnos todos.
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