31 de Mayo de 1565 – En el llamado sitio de los Campos de Ibatín (unos 60 km al suroeste del centro de la actual ciudad), cercano a la actual ciudad de Monteros, el conquistador español Diego de Villarroel, funda la ciudad de San Miguel de Tucumán y Tierra de nueva Promisión.
El traslado de la ciudad al sitio en esa época llamado La Toma (en lo que hoy es el casco histórico de la actual ciudad) muy cerca del cauce del Rio Salí, se realizó en 1685. La causa del traslado de la ciudad se debió a la mala calidad de las aguas de Ibatín que provocaban «coto» (Bocio: aumento del tamaño de la glándula tiroides) entre los vecinos y el corrimiento hacia el este del Camino Real que iba desde y hacia el Río de la Plata, por otra parte esa mudanza hacia el noreste de la ciudad la ponía más a resguardo de los calchaquíes.
La traza fundacional respondía al esquema difundido en Hispanoamérica en los siglos XVI y XVIII consistente en un damero regular que en Ibatín fue de 7×7 manzanas y en el sitio por aquel entonces llamado «La Toma» se amplió a 9×9 con la plaza en el centro, calles de 12 varas y calles de ronda de 24 varas con la Plaza Independencia en el centro. En su perímetro se localizaron las funciones públicas -el Cabildo – y las religiosas – iglesia Matriz e iglesia y Convento de los jesuitas- así como las viviendas y el comercio de mayor jerarquía.