Hoy se cumplen 148 años de la muerte del Lonko Juan Kalfucurá, quien fuera en vida un actor central del Poder Indígena que tuvo gran influencia durante gran parte del Siglo XIX. Defendió su territorio de los avances de la frontera diseñada por el gobierno del entonces “joven” Estado Argentino.
Los toldos de la Confederación de Salinas Grandes, que entonces abarcaban una amplia superficie desde CarHué, Chili-Hué hasta Lihuel Calel. Sobre su figura se han relatado diversas versiones, sobre todo desde la historiografía oficial. Su muerte natural y en libertad ocurrió un 3 de junio de 1877 y su Elüwün (funeral) convocó a líderes indígenas de todas partes del Wall Mapu y se extendió varios días, tal como lo indican las tradiciones Mapuche.
En su lecho de muerte, resguardado por tablas de algarrobo adornadas con un tallado indígena, lo acompañaban los huesos secos de uno de sus caballos de batalla que tenía en su cabezada un ajuar de plata. A su derecha y cerca de la mano se veían dos espadas rotas, una de ellas era una dragona de oro ya destruida. Su cuerpo vestía uniforme de general, según las presillas de la blusa reducida a polvo, y los pantalones tuvieron una lujosa franja de oro. Completaban su vestimenta unas botas de cuero de Aguará Guazú.
Su viaje al Wenü Mapu fue interrumpido a fines de 1878, cuando las tropas dirigidas por el coronel Levalle profanaron su tumba en los médanos de Chili-Hué. A partir de ese momento, el derrotero de sus restos ultrajados fue pasar de mano en mano entre las “celebridades” de la época hasta llegar al “Museo de La Plata”.
El ajuar de su lecho de muerte revela no sólo las tradiciones Mapuche, también nos muestra un paisaje pampeano con una gran diversidad de ambientes y la presencia de un animal que hoy en día se encuentra extinto en nuestra provincia: el Aguará guazú.
La presencia de este hermoso animal también fue registrada durante siglo XIX. En 1806 Luis de la Cruz se valió de las descripciones de los indígenas que habitaban la ribera del río Chadileuvú, muy cerquita del arroyo Potrol para registrarlo en su diario de viaje. Más adelante, en 1881, Doering menciona la presencia del Aguará guazú entre las especies de mamíferos presentes en la ribera del Coli y Kürrü leuvú (río Colorado y Negro).
Su presencia en nuestra provincia está relacionada con el agua, los ríos, las lagunas, los humedales y los pastizales naturales. Dada las características del paisaje en las inmediaciones del Chilhué para 1880, con sus médanos cubiertos de pastizal y numerosas lagunas, no es extraño pensar que era un animal muy común de observar también en esos ambientes.
(*) Museo de Historia Natural de La Pampa