Este miércoles se cumplen 65 años del bombardeo a la planta transmisora de LRA3 Radio Nacional Santa Rosa, ocurrido el 9 de junio de 1956. Ese día, aviones de la Fuerza Aérea sobrevolaron la ciudad y descargaron sus bombas en inmediaciones del edificio de la Avenida Alfredo Palacios, de la capital pampeana.
El objetivo fue cortar la transmisión de la radio, la única emisora en la que se pudo leer y difundir la proclama de la llamada “Revolución de Valle”, un alzamiento de militares y civiles frente a la dictadura de la denominada “Revolución Libertadora”, en defensa de la soberanía popular, la vuelta a la democracia, el final de las persecuciones y proscripciones políticas y el respeto al sistema constitucional.
“Este es un hecho que para muchos puede resultar lejano y para las nuevas generaciones puede resultar desconocido. Por eso creemos que recordar esta fecha se enmarca dentro de la política del Gobierno provincial de trabajar por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, reconoció el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de La Pampa, Daniel Bensusán.
“La Pampa nunca fue una isla en la Argentina, y ese 9 de junio tampoco. En Santa Rosa fue en el único lugar donde se impuso ese movimiento y Radio Nacional la única de todo el territorio nacional que difundió la proclama de la Revolución de Valle, y eso costó caro”, recordó el funcionario provincial.
“Ese día, la dictadura decidió que era tan peligrosa LRA3, que quisieron escarmentar a cualquiera que pensara distinto, bombardeando la planta transmisora. Parece una escena de película, pero ese día sobrevolaron el cielo santarroseño aviones de guerra, que arrojaron bombas sobre la ciudad, de la misma manera que un año antes lo habían hecho en Plaza de Mayo”, añadió.
MUERTOS Y ASESINATOS
La represión al movimiento del 9 de junio de 1956 tuvo un saldo de 32 personas muertas: 16 asesinadas durante los hechos, entre ellas 9 civiles detenidos ilegalmente, y 16 que fueron ejecutadas posteriormente una vez detenidos. En La Pampa, hubo unas 300 personas que sufrieron detención y 32 condenadas con prisión.
Estos hechos son considerados parte de los inicios del terrorismo de Estado argentino que se encadenan al bombardeo del 6 de junio de 1955 y a las muertes provocadas por el golpe de Estado de septiembre de 1955.
Los fusilamientos, sin juicio, contradecían lo dispuesto por la Constitución y rompieron con una larga tradición de tolerancia con el vencido.
“Tenemos en la Subsecretaría de DD.HH. la larga lista de detenidos y sancionados por la represión ese día. Está a disposición de toda la población. Verla es un buen ejercicio para encontrar incluso algunos apellidos de conocidos vecinos de nuestra Provincia que sufrieron en carne propia las consecuencias de la intolerancia. Hubo antecedentes de represión y persecución que serían preludios a la dictadura cívico militar de 1976 que no debemos olvidar”, concluyó Bensusán.