Los jujeños celebraron este domingo el Día de la Pachamama con actividades culturales y rituales ancestrales, agradecieron a la Madre Tierra por las acciones recibidas, por la protección de las familias, los hogares, los alimentos y depositaron toda su fe contra los males que nos aquejan.
En Purmamarca, Tilcara, Humahuaca y Maimará, como también otros pueblos de la Quebrada de Humahuaca, y en otros de toda la provincia, se reeditaron las prácticas de vinculación con la Madre Tierra como la corpachada que, entre otras, implican una medicina espiritual para la salud de los pueblos indígenas.
Muchos de estos rituales se realizan en las cercanías de plazas o en algún sitio determinado en los hogares, enmarcado en un profundo y sentido homenaje a la Pachamama como ocurre en cada 1 de agosto.
La veneración a la Madre Tierra es una herencia cultural ancestral de los pueblos originarios, profundamente respetada en Jujuy desde su diversidad e interculturalidad.
Los pasos de la ceremonia
El ritual se realiza alrededor de un pequeño pozo cavado en la tierra, la boca de la Pachamama, donde se depositan las distintas ofrendas la cual se adorna con serpentinas y lanas de colores, y también se colocan pequeños braseros encendidos con abundantes preparaciones especiales de incienso.
Con el perfume típico del sahumerio para «liberar las malas energías», según la creencia, las ofrendas generalmente incluyen hojas de coca, chicha, cigarrillos, yerbeado, licores, cerveza, vino, y diferentes comidas regionales como guisos de trigo, quínoa, mondongo, además de carnes hervidas chalonas y papas y maíz.
Dar de comer a la tierra como una forma de rendirle tributo a la Pachamama (palabra de origen aimara y quechua que significa tierra se une a mama, que se refiere a la madre), es el sentido de esta antigua ceremonia cuyas celebraciones se extenderán a lo largo de todo el mes de agosto.
“Hoy se comienza a celebrar a la madre tierra y se agradece, con diversas ceremonias, todo lo que ella provee”, publicó en su Facebook la Comisión Municipal de Maimará que compartió esta copla anónima: Yo soy como el mes de agosto/Traigo viento y remolinos/Y me paso el año cantando/Como piedra en el molino.
Además, resaltó que en Maimará es tradición rememorar una fecha tan cercana al sentimiento de la cosmovisión andina.
Así también en Humahuaca las comunidades originarias esperan esta época del año para rendirle tributo a la Madre Tierra, agradecer por sus cosechas y animales y pedir prosperidad.
El sábado por la noche, trabajadores de la municipalidad de Tilcara realizaron la «corpachada» (dar de comer a la tierra) detrás de la capilla del santuario de la virgen del abra de Punta Corral para lo cual ascendieron hasta ese templo ubicado a 4.200 metros de altura sobre el nivel de mar, conservando así un ritual que en principio se realizaba solo el 1 de agosto esperando el amanecer.
Para llegar hasta allí, debieron recorrer un camino de 25 kilómetros de camino de herradura, indicó a Télam una fuente de ese municipio.
En Purmamarca, el comisionado municipal Oscar Tolaba realizó la corpachada en la plaza 9 de Julio ese pueblo quebradeño junto algunos de sus funcionarios y en presencia de vecinos y varios turistas.
“Con lo mejor de nuestras ofrendas te agradecemos Pachamama, por el amor infinito que nos ofreces, dándonos alimentos para nutrirnos, aire para refrescar y purificar nuestro cuerpo, agua para saciar nuestra sed y calor para guiarnos con armonía a todos los seres hermanos que vivimos en tu seno”, expresó la Secretaría de Pueblos Indígenas de Jujuy.
En todos los homenajes se aplicaron los protocolos sanitarios como también en cada casa donde se realiza la Pachamama.
De esta manera, sólo se permiten reuniones hasta 10 personas en domicilios particulares y hasta 100 personas en lugares abiertos de acceso público y todos los participantes deberán mantener la distancia, utilizar barbijos y no compartir ningún elemento que se utilice para realizar la ceremonia.
Durante el mes de agosto en Jujuy se realizarán múltiples culturales, entre las que se destaca una que desanda por las raíces de los rituales de veneración y sus singularidades en cada región de la provincia, denominada «Senderos de la Pachamama», informó la Secretaría de Cultura de Jujuy.