El precandidato a senador nacional, Daniel Kroneberger, sostuvo que la pandemia “puso a la escuela en el centro del debate”. “La educación en la Argentina está sufriendo una de las crisis más profundas de su historia. El impacto de la pérdida de clases presenciales durante 2020 y la incertidumbre que se instaló sobre 2021, requieren de políticas públicas urgentes”, aseguró.
“La desigualdad educativa es quizás el rasgo más claro de nuestro sistema. 6 de cada 10 niños y niñas crecen en contextos de pobreza, nos damos cuenta rápido del impacto que tiene sobre el futuro inmediato de Argentina”, dijo Kroneberger.
“No sabemos qué estrategias tendrá el Poder Ejecutivo Nacional para abordar el daño enorme sobre todo el sistema. El día después de la pandemia ¿Qué haremos? Calendarios escolares, formación docente, virtualidad, abandono, fragmentación. Muchas de las deudas pendientes”, se preguntó el ex legislador nacional.
“Antes de la pandemia solo 3 de cada 10 estudiantes finalizaban en tiempo y forma sus estudios obligatorios, no se cumplían los 180 días de clase ni muchas disposiciones de las leyes respectivas (entre ellas la inversión obligatoria), el salario docente es muy bajo y el nivel de aprendizaje lamentablemente precario y absolutamente desigual”, planteó.
Para Kroneberger, el impacto del Covid 19 ha sido devastador pero lo grave es que un año y medio después no sabemos con exactitud ni la cantidad de estudiantes afectados, ni la hoja de ruta del plan educativo a futuro, ni tenemos un panorama claro de los daños”.
“Sí sabemos –continuó- que los desafíos educativos serán inmensos en un escenario donde la pobreza infantil en nuestro país ha superado el 60%. Todas las fuerzas políticas deben trazar una agenda de futuro sobre la educación del Siglo XXI”.
PLAN DE EMERGENCIA
En otro párrafo, Kroneberger consideró que esta emergencia educativa “requiere justamente de un plan de emergencia que nos ponga a todos a trabajar juntos en pos de la recuperación de la educación nacional. La necesidad de una planificación”.
“La situación educativa en nuestro país necesita discutir una verdadera transformación acorde a los tiempos que vivimos. Hay que discutir la educación. Los saberes, las habilidades propias del siglo XX no son las mismas que demanda el siglo XXI. Hace falta debatir por tres cosas: para lograr que todos estén adentro del sistema, que todos reciban los saberes propios de la cultura moderna -la lectoescritura y matemática- y las competencias del siglo XXI», sostuvo.
«La pregunta es de qué vamos a trabajar en el futuro. Qué va a necesitar un joven para incorporarse a la vida laboral. Estamos en una situación de cambio de mercado de trabajo, que es muy heterogéneo y asimétrico, y la educación del futuro debe abordar esas líneas directrices. El chico es distinto al de hace 20 años atrás, cambió. Lo que no es distinto es la escuela, la enseñanza que recibe. La escuela media no está formando ese recurso humano que necesitan las industrias del conocimiento y que serán esenciales para la Argentina del futuro. Pensar en la inserción en el mercado laboral no quita la responsabilidad de formar ciudadanos y ciudadanas, chicos y chicas para la vida, que significa que puedan tomar sus propias decisiones. Para que la tecnología entre en el aula hay que cambiar el paradigma educativo”, concluyó Kroneberger.