La investigación de la policía determinó que los empleados infieles que robaron cervezas y bebidas gaseosas en una distribuidora de Eduardo Castex, venían realizando este «modus operandis» desde hace un tiempo. Además, los comerciantes de Catriló y Victorica podrían quedar comprometidos en la causa judicial, porque se habría constatado que tenían conocimiento de la procedencia de las bebidas, dado que compraban «a precios más bajos» y «la entrega se pactaba y se concretaba en horarios y sitios que no son habituales para la logística de la firma».
Los imputados mañana deberán prestar declaración, y posteriormente serán formalizados.
El «robo hormiga» de los «empleados infieles» se concretó durante la madrugada del viernes, y está vez pudieron confirmar las sospechas porque se arreglaron las cámaras de videoseguridad, y los trabajadores no tenían conocimiento.
La situación judicial se agravó para los acusados, porque pasó de «hurto» a «hurto agravado», dado que se constató que habían realizado una copia de la llave del comercio, cuando no tenían autorización para contar con llaves del edificio en su poder.
Entregas voluntarias
La investigación policial comenzó el viernes, después que el propietario de la distribuidora -de apellido Bonino- radicará la denuncia tras constatar el falta de «una importante cantidad» de latas de cervezas y bebidas gaseosas.
Los dos empleados y el otro imputado realizaron la entrega durante la jornada del sábado, y la policía castense posteriormente -el lunes- procedió a realizar los allanamientos donde recuperaron más de 2.160 latas de cerveza y gaseosas y secuestraron 170 mil pesos.
Fuentes policiales confirmaron que dos imputados «serían empleados de la distribuidora», y tenían conocimiento del funcionamiento interno de la distribuidora. «En esta ocasión fue tan importante el faltante, que el propietario se dio cuenta y radicó la denuncia», indicaron.
También admitieron que el denunciante desde hace un tiempo «venía percibiendo el faltante de mercadería, pero no lo podía comprobar». En esta ocasión «las cámaras de seguridad grabaron el episodio y fue más fácil esclarecer el robo», destacaron.
«La distribuidora tiene cámaras de seguridad, pero estaban rotas. Las reparó sin que tuvieran conocimiento los trabajadores y permitió dar con estas personas, y así se recuperó parte del faltante que fue vendido a un comerciante de Victorica que estaba en conocimiento de la maniobra de los acusados», añadieron.
Tenían conocimiento
Los investigadores aseguran que los comerciantes de Catriló y Victorica tenían conocimiento que la mercadería tenía una procedencia fraudulenta. «Compraban mercadería a un menor precio y coordinaban un sitio de entrega. No se entregaba con la logística habitual de la distribuidora», narraron.
-¿Qué grado de participación tienen los compradores?
-Eso lo determinará la Justicia, pero podría ser un encubrimiento. Seguramente lo tendrá en cuenta la fiscalía, y estimo que serán convocados a declarar. Quizás se hayan realizado ventas a otros comercios, porque venía de un tiempo a esta parte.
-¿Podría encuadrarse en una asociación delictiva?
-Eso también lo determinará la Justicia cuando tengan los medios de prueba, y evaluarán las filmaciones para ver si se constata algún otro hecho similar. Hay que ver la cantidad de personas que cometieron el ilícito, la organización que tenían. Hay distintas cosas que se irán determinando a medida que avance la investigación.