La firma australiana Fortescue, del acaudalado Andrew Forrest, realizará una multimillonaria inversión, más de u$s7.000 millones, en Argentina destinada a producir hidrógeno verde.
El anuncio tiene lugar en el marco de la cumbre mundial COP26 en la capital escocesa de Glasgow, junto al presidente Alberto Fernández y el Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Fortescue ha iniciado trabajos de prospección en la provincia de Río Negro con vistas a la producción de hidrógeno verde a escala industrial. Esta prospección se basa en analizar cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción, y se inició a partir de un acuerdo firmado junto al Ministerio de Desarrollo Productivo y la Nación y el gobierno de la provincia de Río Negro.
El proyecto se desarrollará en los alrededores de la ciudad de Sierra Grande, la cual cuenta con antecedentes en la producción de mineral de hierro. El plan incluye la creación de unos 5.000 puestos de trabajo y está destinado exclusivamente a la exportación.
Una vez determinado que el recurso eólico y otros son satisfactorios, se dará inicio a las consultas públicas y trámites para la construcción del proyecto, el cual tendrá tres etapas. La etapa piloto, para confirmar las capacidades previstas, con una inversión estimada en 1.200 millones de dólares, que producirá unas 35mil toneladas de hidrógeno verde, energía equivalente para satisfacer a 250 mil hogares, la cual se iniciará en 2022 y finalizará en 2024.
La primera etapa productiva, con una inversión estimada en 6.000 millones de dólares, producirá unas 215 mil toneladas de hidrógeno verde, capacidad energética equivalente para cubrir el consumo eléctrico de 1 millón 600mil hogares, y se extenderá hasta el año 2027.
Una vez iniciada la producción se empieza a exportar unos u$s100 millones al año, los cuales se van incrementando hasta alcanzar u$s4.400 millones anuales en su momento de maduración.
De esta manera, se espera convertir a Río Negro en un polo mundial de hidrógeno verde en 2030, con una capacidad de producción de 2.2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética equivalente a, por ejemplo, casi un 10% de la energía eléctrica consumida por Alemania en un año.
Al respecto, Forrest se refirió a la relación que espera construir con los ciudadanos argentinos y señaló: «Seguramente no me conocen, soy propietario de una empresa de producción de metales en Australia… Mi empresa es un ejemplo por su comportamiento y sus valores sociales y ambientales: el 30% de nuestro personal es de origen Maorí, que es la cultura originaria en mi país, la presencia femenina en mi empresa es masiva y es un valor muy importante el respeto por las comunidades en las que desarrollamos nuestra actividad».
«Conozco la Argentina, he estado varias veces, es un país que amo, por sus paisajes, su cultura y la calidez de su gente. Estoy convencido de que Australia y Argentina, dos grandes países que convivimos en el hemisferio sur, podemos trabajar juntos para sanear el planeta», agregó.