jueves 28, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Jujuy: Alejandro Vilca, el recolector de residuos que ocupará una banca en Diputados

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«Hicimos una elección histórica y es un orgullo como trabajador llegar a una banca en el Congreso.» El que celebra es Alejandro Vilca, recolector de residuos y flamante diputado del Frente de Izquierda electo por Jujuy. Vilca califica de «elección histórica» la que consiguió ayer en las elecciones jujeñas y no es para menos, obtuvo el 25,05% de los votos, y quedó en tercer lugar a solo 0,77% del Frente de Todos. Un tercer lugar que le permitió arrebatarle al oficialista Cambia Jujuy (49.05%), de Gerardo Morales, una banca en la Cámara de Diputados.





En territorio de Morales –el radical aliado de Juntos por el Cambio que gobierna la provincia desde 2016–, el slogan del FIT que celebra ser «tercera fuerza nacional» se sintetiza como en ninguna otra provincia. El peronismo gobernó la provincia desde la vuelta de la democracia hasta que los radicales que ayer perdieron una banca, pero se acercaron a la mitad de los votos totales, ganaron en 2016.  El FIT se quedó con una de las tres bancas en disputa. Tercer lugar, tercera banca, tercera fuerza.

«No somos políticos profesionales, somos trabajadores que hacemos política», se definió el diputado kolla electo, tras los festejos, en diálogo con radio Del Plata. Vilca será parte de la también histórica bancada de cuatro diputados que alcanzó el FIT en las elecciones del domingo. Junto a él estarán Myriam Bregman, por CABA (7,7%), y Nicolás de Caño y Romina Del Plá, por Buenos Aires (6,8%).  

«Desde Jujuy vamos a aportar a esta bancada. Ya con el 97% escrutado, estamos ingresando, pero no nos podemos confiar en este régimen que defiende los intereses de las tabacaleras, las azucareras y los dueños de la provincia. Hemos demostrado que podemos hacer campaña desde abajo, como una fuerza política de los trabajadores. Queremos agradecer a toda la militancia», fueron las palabras que se escucharon de Vilca anoche en el búnker nacional del FIT, transmitidas desde el norte.  

De Alto Comedero al Congreso

La localidad de Alto Comedero, en las afueras de San Salvador de Jujuy, es conocida por el gran barrio levantado por la organización Tupac Amaru de Milagros Sala, todavía detenida por las causas abiertas en su contra desde la llegad de Morales. Pero allí, en la barriada emblema de la dirigente de la CTA y aliada del Frente de Todos, Vilca trabaja como recolector de residuos y también es su lugar de residencia.

El diputado nacional electo ya tiene experiencia en el trabajo legislativo. Desde 2017, cuando fue electo diputado provincial con el 15,86% de los votos. Al asumir su banca como legislador jujeño, tomó licencia de su trabajo como recolector, pero mantiene su salario de obrero, práctica de todos los legisladores del FIT. «Que seamos todos laburantes es una de las cuestiones que más empatía crea, ser de una misma clase», destacó Vilca en la entrevista radial tras la victoria.

Su banca en el Congreso nacional está respaldada por 100.381 votos, que llegaron desde las barriadas obreras de San Salvador, Palpalá y San Pedro, y desde el interior de la provincia de trabajadores rurales y comunidades originarias. La campaña cara a cara fue construida a través de comités de apoyo en decenas de ciudades, que difundieron las propuestas.

El origen de esos cien mil votos para Vilca también está relacionado a la construcción obrera de base. Vilca es el fundador del PTS en Jujuy, lo fundó luego de organizar a sus compañeros recolectores de basura, con sueldos precarios del estado provincial. «A mí el marxismo me cambió la vida», reitera en las entrevistas en la que se traza su perfil: kolla, de 45 años, y menor de cuatro hermanos críados por su madre. 

El diputado electo tuvo como meta construir el PTS jujeño desde 1998, cuando regresó de sus años en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), donde cursó la carrera de Arquitectura. La carrera la tuvo que abandonar por no poder sostenerse económicamente, pero encontró allí las herramientas políticas para volver a dar la pelea en su provincia.

Trabajó como albañil, electricista, heladero, operario en una fábrica de plásticos y vendedor de seguros, hasta que tras la crisis de 2001 su último jefe –un arquitecto para el que dibujaba– le consiguió un lugar en la Municipalidad de San Salvador. Entre 2006 y 2007 impulsó la formación de Coordinadora Provincial para Trabajadores en Negro, mientras continuaba repartiendo folletos del PTS con sus compañeros en los recorridos del camión de basura. En 2017, año en el que fue electo diputado provincial, acompañó la lucha de los trabajadores del Ingenio La Esperanza.

«En defensa de los pueblos originarios, por la memoria de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, por la clase trabajadora y los oprimidos del mundo para terminar con este sistema de opresión y explotación», juró cuando asumió su banca provincial. Ahora prepara su jura en el Congreso de la Nación para el próximo 10 de diciembre.

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