Hoy se realizó una bicicleteada desde Pichi Huinca hasta Trenel para recordar los cinco años del brutal femicidio de Sonia Alvarado. La madre e hijos esperaron a los pedalistas en el ingreso a la localidad norteña, y se fundieron en un abrazo interminable y aún cargado de incredulidad por el macabro episodio que puso fin injustamente a la vida de su hija.
La pedaleada comenzó en Pichi Huinca, para continuar por la ruta provincial 4 hasta Caleufú donde se incorporaron más pedalistas; el grupo de engrosó en el acceso a la localidad de Arata y en el cruce con la ruta nacional 35 se incorporaron los ciclistas de Eduardo Castex.
Desde ahí continuaron por la ruta provincial 4, con las medidas de seguridad vial necesarias, hasta la localidad de Trenel, donde los espero un importante grupo de vecinos, acompañados por la madre e hijo de Sonia Alvarado.
Cuando arribaron los ciclistas se vivieron momentos de mucha emotividad. La mamá Yoli, los hijos y hermanos de la víctimas protagonizaron un emotivo abrazo, con los aplausos y alientos de las personas que completaban la escena.
“Le agradezco mucho a quienes se sumaron hoy. No es solamente por Sonia, sino, para que no sigan pasando más estos casos”, transmitió Yoli, la madre de Sonia Alvarado.
La mujer –evidemente quebrada y con lágrimas en sus ojos- reconoció que después de un lustro “muchas veces quisiera pensar que todo esto es un sueño, pero lamentablemente no es así”. “Muchas veces me pregunto por qué pasó. Alguna vez ella se ha tenido que ir a mi casa, pero nunca pensé que llegaría a tal extremo. Tenía toda una vida por delante. Para una madre, es algo imposible de olvidar”, concluyó.
BRUTAL FEMICIDIO
El 22 de noviembre de 2016, Marcelo Antonio Pérez –en ese momento de 50 años– mató a Mirta Sonia Alvarado (44) en la localidad de Trenel.
Así quedó acreditado cuando el 2 de octubre de 2017, cuando la Audiencia de General Pico, compuesta por los jueces Marcelo Luis Pagano, Carlos Federico Pellegrino y Alicia Paola Loscertales lo condenó a prisión perpetua como autor de los delitos de lesiones leves agravadas por haber sido cometidas contra la persona con quien mantenía una relación de pareja, amenazas simples y tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización, y homicidio doblemente agravado por ser cometido contra la persona con quien ha mantenido una relación de pareja y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género y desobediencia civil.
Ese fallo fue ratificado por el Tribunal de Impugnación Penal y el Superior Tribunal de Justicia.
Los jueces dieron por probado que aquel día, “desobedeciendo la prohibición de acercamiento y de todo tipo de contacto y comunicación para con Alvarado, que le había impuesto la jueza de control, María Jimena Cardoso el 23 de agosto”, Pérez ingresó a la casa donde vivía la víctima, y tras una discusión, la asesinó con un cuchillo y luego intentó quitarse la vida.