El Banco Central (BCRA) informó este lunes que investiga a empresas que ofrecen rentabilidades extraordinarias en criptoactivos y criptomonedas que «no resultan compatibles con parámetros razonables en operaciones financieras», al advertir la existencia de campañas de publicidad en dos provincias de compañías que ofrecían servicios de este tipo que eran asimilables a un esquema de estafas piramidal ideado por el italiano Carlos Ponzi.
En esa línea, advirtió a los ahorristas de «los riesgos de invertir a través de estas plataformas que no tienen activos subyacentes que permitan evaluar el riesgo de la inversión» y sobre «eventuales implicancias y riesgos que los criptoactivos pueden acarrear».
En este caso la autoridad monetaria realizó inspecciones a través de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias en varias provincias y adoptó las órdenes de cese sobre estas prácticas e «iniciará las actuaciones sumariales y judiciales que correspondan para proteger al público», según precisó en un comunicado.
Se detectaron campañas de publicidad en las provincias de La Rioja y Catamarca tendientes a captar inversores «con esquemas poco transparentes de administración de los activos» y, en consecuencia, se intimó a las empresas que se ofrecen a través de plataformas web a no realizar operaciones de intermediación financiera.
También se analiza si corresponde la denuncia penal por la presunción de una maniobra de estafa asimilable a los esquemas Ponzi, aseguró el BCRA.
Fuentes oficiales confirmaron a Télam que las empresas intimadas no están relacionadas con las principales fintech argentinas que ofrecen servicios de compra y venta de criptomonedas y otro tipo de inversiones en este tipo de activos, que sí están reguladas por el Banco Central.
Los casos detectados -explicaron las fuentes- son de empresas que se promocionan a través de páginas web en las que, con nombres ampulosos, ofrecen invertir dólares en criptomonedas y así «vivir de tus ahorros», para lo que posteriormente invitan a puntos de encuentro en direcciones céntricas de la ciudad, donde se harían los intercambios.
El esquema Ponzi -un inmigrante italiano llegado a EEUU en 1920- consiste en una operación fraudulenta de inversión
La estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por ellos mismos o por otros nuevos inversores que caen engañados por las promesas de obtener, en algunos casos, grandes beneficios.
Sobre el tema cripto, el BCRA y la Comisión Nacional de Valores (CNV) emitieron un documento en mayo de este año en el que se alertó a los ahorristas sobre eventuales implicancias y riesgos que los criptoactivos pueden acarrear.
Según ambos organismos la tecnología subyacente de las criptomonedas podría contribuir a promover a futuro mayor eficiencia e innovación financiera pero «los criptoactivos no son dinero de curso legal», ya que no tienen respaldo de autoridades gubernamentales, y «presentan riesgos y desafíos para sus usuarios, inversores y para el sistema financiero en su conjunto».
Alertaron a los usuarios sobre la elevada volatilidad de su precio, la posibilidad de pérdida de inversión por ciberataques a las plataformas de intercambio, una ausencia de salvaguardas en la regulación vigente para su custodia y la falta de transparencia en la información ante la limitada capacidad que existe para su monitoreo y análisis, lo cual puede dar lugar a incumplimientos de estándares internacionales en materia de prevención del lavado de activos.
El propio presidente del BCRA, Miguel Pesce, aseguró semanas atrás que la institución está trabajando para prevenir a inversores no sofisticados sobre los riesgos de invertir en criptomonedas como el Bitcoin que, dijo, «no es ningún activo financiero porque en él no subyace un activo ni puede generar ninguna rentabilidad» y que «por eso prevenimos a los inversores de baja sofisticación cuando compran u operen con este tipo de activos».
«Al Banco Central -señaló- no le afecta que este tipo de instrumentos puedan usarse para transacciones pero sí nos preocupa que se utilicen para obtener ganancias indebidas sobre personas incautas o poco sofisticadas».
«Tampoco queremos que este tipo de instrumentos se vincule con nuestro mercado de cambios porque eso sí podría ser muy perjudicial para el instrumento y también para las regulaciones del Banco Central», afirmó.
Actualmente, muchas de las empresas cripto de la Argentina ofrecen mecanismos de inversión con la posibilidad de obtener rendimientos variables de entre el 8 y 15 por ciento anual en las llamadas stablecoins -monedas estables- como DAI, USDT y USDC, entre otros.
Estos rendimientos se alcanzan a través de la inversión de esas criptomonedas en protocolos de liquidez que, a través de mecanismos de contratos inteligentes, permiten prestar una porción de esas criptos a usuarios que dejan como respaldo un valor en criptomonedas mayor a del préstamo que están tomando y que, en caso de una caída súbita del precio del activo que lo respalda, se cancela la operación al instante para resguarda el capital de quien prestó la liquidez.