Los principales centros climáticos nacionales e internacionales prevén la posibilidad de que el evento «La Niña» comience a debilitarse a medida que transcurra el verano. Los especialistas anticipan, incluso, que el fenómeno perdería intensidad durante el próximo mes de enero, según supo LPO.
Los pronósticos fueron muy bien recibidos en el campo. Muchas decisiones de siembra de soja y maíz 2021/22 por parte de los productores se tomaron con «La Niña» activa en buena parte de la región central argentina (es el segundo año consecutivo que se presenta el fenómeno).
«Con el correr de enero se debilitaría la influencia del forzante del Pacífico», explicó José Luis Aiello, director de la Red GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). «Las lluvias de febrero para la Argentina serían más generosas de lo que se estaba previendo», proyectó el especialista.
Aiello indicó, además, que «esto permitiría un régimen de lluvias, quizás no demasiado abundante, pero adecuado para los requerimientos de los cultivos en su etapa de definición». El dato es clave porque eliminaría la posibilidad de un fracaso productivo por falta de lluvias.
Lo concreto es que la primavera arrojó buenos volúmenes de agua en las principales regiones productivas argentinas. Buena parte de la zona núcleo pampeana, por ejemplo, superó la media histórica de dicha estación que se ubica entre 250 y 300 milímetros.
La mala noticia es que en las próximas semanas no se prevén lluvias abundantes en el centro del país. El 54% de la zona núcleo (sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires) presentan condiciones de escasez hídrica y el 14% se encuentra en condición de seguía, según la BCR.
El último informe climático de la BCR señala que en el 70% de la región núcleo afectada por falta de agua se necesitan 40 milímetros para terminar el 2020 de la mejor manera. El panorama es contrario en las zonas de Rufino y Villegas donde las reservas hídricas son abundantes.
Cabe recordar que en el año 2018, producto de la última gran sequía, la cosecha de soja cayó a apenas 36 millones de toneladas y la de maíz a 40 millones de toneladas. Esto produjo la pérdida de alrededor de 8000 millones de dólares y una posterior devaluación del peso.
Actualmente los precios internacionales de los commodities agrícolas que exporta la Argentina son mucho más elevados que en 2018. El jueves pasado la soja cerró a 490 dólares en el Mercado de Chicago (CBOT), el trigo a 300 dólares y el maíz a 238 dólares.
En enero-noviembre de 2021 la liquidación de divisas del sector agroindustrial ascendió a 30.129 millones de dólares. La cifra es un 62% superior a la registrada en igual periodo de 2020 y marcó un nuevo récord histórico, según datos de CIARA-CEC.
Por último, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, anticipó que la cosecha de trigo 2021/22 marcaría un nuevo récord histórico de 22,1 millones de toneladas. Las cosechas de soja y maíz, según la Bola de Cereales, se ubicarían en 44 y 57 millones toneladas.
