Un hombre “cansado de ruidos molestos” provocados en un taller de motocicletas, intentó hacer “justicia por mano propia”. Con una escopeta intentó persuadir a los ocupantes del taller para que terminarán de generar ruidos, pero la intervención policial permitió que el vecino deponga de la actitud violenta y entregué el arma.
El hecho ocurrió este lunes aproximadamente a las 23 horas, en el cruce de las calles Leandro N. Alem y Bottino.
La mujer alertó a la policía que su marido se dirigía con una escopeta hacía el taller de motocicletas.
La policía rápidamente se dirigió hacia el sitio indicado, y logró que el vecino revea su postura y entregue el arma.
Fuentes policiales indicaron que el enojado vecino transmitió “angustia” porque “tiene a su mujer postrada en la cama”. “Está cansado y no soporta más los ruidos molestos de las motos que frecuentan al vecino que tiene un taller de motos y no respetan horarios”, explicaron.
La policía procedió a identificar a los asistentes al taller, se labró un acta de entrega voluntaria del arma, y el adulto mayor quedó al cuidado de su esposa.