«Hay algunos dentro de nuestro espacio tienen la postura de que cuanto peor mejor, que explote todo. Creo que la consigna de que ‘explote todo’ termina perjudicando a la gente», fue la contundente definición de Morales para responderle a los duros de Juntos por el Cambio, que cuestionaron su decisión de favorecer un encuentro con el Gobierno para analizar la negociación con el FMI.
El gobernador de Jujuy y presidente de la UCR confirmó además el anticipo exclusivo de LPO: Los gobernadores opositores y sus jefes de bloque finalmente se reunirán con el ministro Martín Guzmán en el Congreso, en la segunda quincena de enero. Fue gracias a una gestión del propio Morales que acordó la reunión con Sergio Massa, para cuando termine su aislamiento por el contagio de su mujer, Malena Galmarini.
«En principio se va a hacer el lunes 17 o el martes 18, hablé con Sergio Massa y me confirmó la presencia del ministro», reveló este domingo el jujeño en declaraciones radiales.
Morales, no tuvo problemas en defender su posición, que enardeció a los sectores más macristas de Juntos. «Me pegan como para que tenga, pero no me preocupa, la del diálogo es la postura correcta», sostuvo el gobernador, a quien el diputado ultra Fernando Iglesias, atacó afirmando: «Me tiene harto el vice de Lavagna».
«Acá hay gente que hace negocios políticos con la grieta, tanto el kirchnerismo como un sector muy radicalizado de nuestro espacio. Eso le hace muy mal al país. Yo estoy muy convencido de lo que digo, la posición es esta, hay que ir al diálogo», contestó.
Sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, Morales advirtió que el gobierno nacional «no tiene mucho tiempo para acercar posiciones con el organismo» y por eso advirtió que «hay que hacer todo lo posible que se llegue a un acuerdo. Hay algunos en nuestro espacio que piensan que cuanto peor mejor y eso no le conviene a la gente».
«Es importante no caer en default (con el FMI) porque si no va a haber una situación de estrépito que vamos a pagar todos los argentinos, algunos economistas dicen que podría ocurrir una situación parecida al 2001 y otros que podríamos caer en una hiperinflación», advirtió.
En efecto, en la reunión que Alberto Fernández y Martín Guzmán tuvieron con los gobernadores peronistas y algunos provinciales la semana pasada, el ministro de Economía reconoció que el Gobierno mantiene una diferencia central con el Fondo que impide cerrar el acuerdo: el tamaño del ajuste.
La Casa Rosada no quiere aceptar la reducción del déficit que propone el FMI, como afirmó la vocera presidencial Gabriela Cerruti al otro día del encuentro de Guzmán con los gobernadores.
De hecho, como reveló LPO, luego de la reunión con Guzmán y Alberto a los gobernadores oficialistas les quedó la sensación que el acuerdo con el Fondo no está tan cerca como había filtrado días antes el Gobierno.