Jorge es el despensero del barrio. La pandemia fue aislando los vínculos de las personas, pero un día corrió la versión que había contraído Covid 19. A partir de ahí, todos los vecinos de los barrios Plan 3000 y 5.000 se empezaron a preocupar, porque transcurrían las jornadas, y no regresaba. Hoy, después de cinco meses de mantener una lucha “cuerpo a cuerpo” con el coronavirus, regresó a su casa. Y como no podía ser de otra manera, fue recibido -con alegría y emoción- por los vecinos, que hasta colocaron una bandera donde se destacan la palabra “FE” y el escudo y colores de su amado Boca Juniors.
Cuando llegó la ambulancia a la vivienda, estaban los vecinos esperando para saludarlo. Para celebrar la vida, como dice la canción de Axel.
“Es una noticia. Nuestro vecino Jorge, del barrio Plan 5.000, después de 5 largos meses internado por Covid, luchándola tanto tiempo, hoy fue dado de alta y ya está en su casa!!!!”, transmitieron los vecinos a las redes sociales de este diario digital.
El protagonista de esta lucha desigual contra el virus fue Jorge Carrera, el despensero del barrio. Fue ferroviario, hasta que llegaron las privatizaciones menemista. Hincha de Costa Brava de General Pico y enamorado de Boca Juniors. Es socio xeneize, y cuando la pandemia no había acechado al mundo, regularmente iba al estadio xeneize.
La Covid 19 golpeó las puertas de su casa, y nadie pensó que lo iba a golpear de esta forma. Apenas se conoció que se había contagiado, detrás arribó la confirmación que fue trasladado a General Pico porque “se complicó” el estado de salud.
Así pasaron días, semanas y meses. La preocupación se fue incrementando. Pasar cerca de la casa, y observar la despensa vacía provocaba cierto dolor. No había charlas de fútbol, no estaba tomando mates en la vereda y tampoco estaba renegando con los perros o con algún cliente.
Estuvo en los modulares y en terapia intensiva en General Pico, vino a la casa algunas horas, y tuvo que regresar a General Pico. Las secuelas del virus no le permitían una recuperación plena. Las últimas jornadas las pasó en el Hospital de Eduardo Castex.
“Hoy elegimos creer que con FE las cosas son posible. Bienvenido Jorge. Tus vecinos”, decía la pancarta colocada en el frente de la vivienda. Y así fue, con mucha fe, con la ayuda profesional y la convicción inquebrantable que en algún momento volvería a su casa, al barrio, a sus afectos. Hoy Jorge, regreso nuevamente al barrio. Y es momento para celebrar la vida.
