Se acerca la Semana Santa. Para muchos es una de las festividades religiosas más importantes, mientras que para otros se trata de un fin de semana largo que ofrece la oportunidad de tomarse unas mini vacaciones y acortar la semana laboral.
Más allá de las creencias, la mayoría —y principalmente los más chicos— esperan el domingo de Pascua para disfrutar de los tradicionales huevos de chocolate. El mercado está lleno de opciones: hay de todos los tamaños, negros, blancos, con sorpresas, con confites y hasta personalizados. Eso sí, como pasa cada año, los precios llegaron con fuertes aumentos. Por eso, para que el bolsillo no impida disfrutar de esta tradición, una buena opción es prepararlos en casa. Es fácil y hasta puede resultar un plan divertido para hacer con los chicos.
Qué tipo de chocolate se necesita para preparar los huevos
Solo hay dos cosas fundamentales para hacer los huevos: chocolate y un molde plástico. El chocolate que se usa para esta receta se vende como «chocolate cobertura» o «para moldear». Se consigue principalmente en cotillones, aunque también se vende en algunos supermercados y hasta por internet. Viene en diferentes variedades como blanco, semiamargo o con leche (a gusto de quien los vaya a preparar y a comer) y en presentaciones «en barra» o en «pepitas».
Los moldes plásticos para preparar los huevos también se venden en los cotillones o en casas de repostería. Hay de diferentes tamaños y también con formas como —por ejemplo—de conejo o de gallina.
El resto es opcional: confites, bombones, caramelos, algún juguete o chucherías para poner adentro como «sorpresa». Vale todo: la imaginación es el límite.
Cómo preparar huevos de pascua, paso a paso
Si el chocolate que se va a usar es en «pepitas», se coloca directamente en un bol. Si, en cambio, es chocolate en tableta hay que trozarlo.
Colocar el chocolate en el bol y derretirlo a baño María (se pone un jarro u olla con agua al fuego y, sin que hierva, se coloca encima el bol. El nivel de agua no debe tocar la base del bol).
Revolver el chocolate hasta que se derrita. Si se espesa, retirar el bol del fuego hasta que recupere liquidez.
Con el chocolate derretido, se coloca sobre el molde de huevo de pascua, que se va girando y moviendo para que se distribuya y cubra toda la superficie. Una vez que el molde está cubierto se puede agregar más chocolate para hacer una capa más gruesa, pero eso es a gusto.
Cuando el molde está cubierto por el chocolate, llevarlo a la heladera entre 15 y 20 minutos. Colocarlo boca abajo, sobre un papel manteca.
Retirar de la heladera y desmoldar, con cuidado.
Rellenar con confites y lo que se haya elegido
Pegar ambas superficies del huevo. Para hacerlo, se puede «pintar» con chocolate derretido (el mismo que se usó para hacer los huevos) los bordes de cada cara. Unir ambas partes y esperar que se seque.
Una vez fijadas ambas caras del huevo, es momento de decorar. Se pueden pegar confites (usando chocolate derretido como «pegamento», nueces, grana, chips de chocolate blanco (si el huevo es de chocolate negro) o se puede usar una manga con chocolate derretido para escribir una frase o el nombre de la persona a la que se va a regalar. Igual que con los rellenos, las opciones son múltiples.