Los investigadores del crimen de Agustina Fernández, la joven brutalmente asesinada en un complejo de viviendas de Cipolletti, perdieron interés en Pablo Parra, el amigo de la joven con quien esa noche iba a compartir una cena. El identikit que -el viernes pasado- viralizó el Ministerio Público Fiscal y apuntado como el principal sospechoso no fue la única razón: la coartada del petrolero fue confirmada por una serie de imágenes registradas en distintas cámaras de seguridad de la ciudad rionegrina.
El diario Río Negro reveló que tuvo acceso a ciertos elementos de la investigación que constatan por ejemplo que Parra fue a una heladería entre las 19 y 20.15, algo más de una hora clave para esclarecer el crimen de la estudiante de Medicina que fue brutalmente atacada el sábado 2 de julio y murió dos días después en el hospital local.
Fue el tiempo aproximado que el joven estuvo fuera del complejo de viviendas ubicado en calle Confluencia al 1301. El propio Parra, en distintas notas periodísticas, contó que salió de su casa cerca de las 19. Minutos después una cámara de seguridad lo captó ingresando a una heladería. Lo mismo le dijo al fiscal del caso Martín Pezzetta en sus declaraciones. Un vecino vio cuando salía del edificio.
Si bien es cierto que no está descartado de las pesquisas, se debilitó la hipótesis que lo ubicada como un sospechoso. Otro dato importante es que el celular de la víctima tuvo actividad en ese periodo de tiempo. No es concluyente, pero es un indicio que estima que cuando Parra salió Agustina estaba con vida. Todos estos elementos son estudiados por el equipo que trabaja en el caso.
También hay una cámara de seguridad que perimetralmente visualiza parte del ingreso al complejo de viviendas y se observa a Parra regresar después. Tampoco se observa al supuesto agresor y también tiene lógica porque los investigadores consideran que ingresó por un perimetral. Parra dijo que había una escalera en el costado de una de las medianeras.
Alrededor de las 20, minutos más minutos menos, el petrolero compró unas cervezas en una despensa a pocos metros de su vivienda. Fue lo último que hizo antes de regresar a su casa y encontrarse con Agustina tirada en el suelo, inconsciente y con mucha sangre a su alrededor. El comerciante también corroboró los dichos del hombre.
SIN NOVEDADES
Hasta el momento no hubo novedades sobre la búsqueda del principal sospechoso. Pasaron varios días desde que el Ministerio Público mostró un identikit del hombre que tiene como principal característica varios tatuajes, el más saliente podría identificarlo: es un «10» en la ceja izquierda.
El sospechoso fue visto en cercanías del lugar del crimen en el horario en el cual se produjo el ataque. Si bien hubo varios llamados por parte de la ciudadanía para aportar datos, todavía no pudieron ubicarlo. Según la información con la que se cuenta hasta el momento el hombre tendría entre 20 y 30 años, mide entre 1.60 y 1.70 metros, es de tez blanca y cabellos oscuro.
BRUTAL ASESINATO
Agustina fue brutalmente atacada en la vivienda de Pablo Parra, el sábado 2 de julio. Ella vivía en el mismo complejo y esa noche iban a compartir una cena. Ella se quedó en la vivienda mientras el hombre salió a comprar. Se ausentó algo más de una hora, cuando regresó se encontró con la joven de 19 años inconsciente. Fue internada en el hospital de Cipolletti donde falleció días después.