En el Auditorio del Centro Cultural Medasur de Santa Rosa se estrena –este jueves 21 a las 17 horas- el premiado largometraje “4 Lonkos”, en el marco de las actividades complementarias de la muestra “Naturaleza y Cultura”, que organiza la Secretaría de Cultura a través del Museo Provincial de Historia Natural (MPHN). La actividad contará con la presencia del director Sebastián Díaz y funcionarios de la cartera provincial. Será con entrada libre y gratuita.
«4 Lonkos” es un documental dirigido por Sebastián Díaz que narra la vida, muerte y profanación de cuatro caciques de La Pampa y Patagonia, cuyos despojos mortales fueron profanados y exhibidos en los principales museos de Argentina.
Cuenta con la participación de Osvaldo Bayer, Marcelo Valko, Carlos Martínez Sarasola, Luis Eduardo Pincén, Lorenzo Cejas Pincén, Claudia Salomón Tarquini, Fernando Pepe y descendientes de las comunidades originarias.
Luego de la proyección se abrirá un espacio de diálogo y debate sobre el rol de los museos en relación a los restos humanos.
LA VIDA DE CUATRO LONKOS
El director del MPHN, Daniel Pincén, comentó que “la película en sí misma se convierte en un disparador porque narra la vida, muerte y profanación de los restos mortales de los grandes líderes indígenas pampeanos que fueron exhibidos durante mucho tiempo en uno de los museos más importantes de Argentina”.
“Esta producción detalla la forma en que los restos mortales de Juan Kalfucura, Panguitruz Gner (Mariano Rosas) y Cipriano Katriel terminaron en manos de ‘ilustres coleccionistas’ y exhibidos en las vitrinas del Museo de La Plata. También ahonda en la vida del irreductible Vicente Pincén, quien una vez detenido por el coronel Villegas pudo ser ‘capturado’ en cuatro famosas placas fotográficas”, narró.
De esta forma, la película pone en cuestión las herramientas y metodologías de la ciencia (profanación para conformar colecciones, fotografías), así como también el tratamiento y la determinación de las políticas museológicas en relación a los restos humanos que albergan en sus edificios.
El momento histórico -cuando todo esto ocurre- es la consagración de las campañas militares contra el mundo indígena, la consolidación del Estado nacional y un modelo económico agroexportador que consagró a una élite en el poder político y económico a fines del Siglo XIX.
Entonces también habla de las relaciones de poder entre vencedores y vencidos y la apuesta a una narrativa estatal que colocaba a los indígenas como parte del pasado y en consecuencia, susceptibles de ser exhibidos en los templos de la ciencia y la modernidad. Sin embargo, también habla del presente, al narrar los procesos de restitución de esos restos a las comunidades indígenas actuales que han reclamado durante años por la liberación de los restos de sus ancestros.
Por último, trae a la arena pública tal vez uno de sus aspectos menos percibidos, la verdadera identidad de estos líderes indígenas.
Todos ellos fueron narrados por la historiografía con los nombres dados por sus adversarios: Juan Kalfucurá, Mariano Rosas, Cipriano Katriel y Vicente Pincén.
En la presentación de cada uno de ellos, se mencionan sus verdaderos nombres vinculados a sus tótems naturales, recuperando así un elemento central en la identidad indígena: la unión espiritual indivisible entre las personas y el mundo natural.