Rusia y Ucrania firmaron un acuerdo mediado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Turquía para permitir la reanudación de las exportaciones al mundo de granos ucranianos y de cereales y fertilizantes rusos, y aliviar la crisis alimentaria global desatada por la guerra que contó con respuesta favorable de los mercados.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la ONU, António Guterres, presidieron el acto de firma en Estambul y dijeron que el acuerdo reducirá la inflación global resultante del aumento del precio de los alimentos.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, y el ministro de Infraestructura ucraniano, Oleksander Kubrakov, firmaron documentos separados ante Guterres, mientras Erdogan presenciaba el acto.
La semana pasada, las partes alcanzaron un principio de acuerdo en torno a un plan de la ONU para exportar 22 millones de toneladas de granos y otros productos agrícolas que han estado bloqueados en puertos ucranianos del mar Negro por la invasión rusa.
«Hoy, hay un faro en el mar Negro, un faro de esperanza, un faro de posibilidades, un faro de alivio para un mundo que lo necesita más que nunca», dijo Guterres después de la firma del pacto, que se firmó en vísperas de cumplirse cinco meses de guerra en Ucrania y que estará en vigor durante tres años, según una fuente del organismo familiarizada con el texto del acuerdo, citada por la agencia rusa de noticias Sputnik.
Erdogan dijo que el acuerdo ayudará a mitigar la seguridad alimentaria y a reducir la inflación en todo el mundo, que en Estados Unidos y muchos países de Europa ha llegado a niveles no vistos en décadas.
«Estamos orgullosos de haber sido útiles en esta iniciativa, que jugará un enorme rol a la hora de resolver esta crisis alimentaria global que ha estado en agenda durante tanto tiempo», dijo el mandatario, citado por la agencia de noticias turca Anadolu.
La caída de los precios
El precio del trigo cayó fuertemente este viernes en Chicago y en Euronext en reacción al acuerdo.
Ucrania y Rusia representan en conjunto 30% del comercio mundial de trigo.
«No lo esperaba para nada, dado que los rusos avanzan hacia el este y se acercan al puerto de Odessa», dijo a la agencia de noticias AFP Michael Zuzolo, presidente de la firma de corretaje y análisis Global Commodity Analytics and Consulting.
En Euronext, media hora antes del cierre, el trigo se vendía a 327,25 euros la tonelada para entrega en septiembre, en caída de 6,7%.
Por su lado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se declaró desesperanzado en que Rusia cumpla su parte del trato.
«La confianza de Canadá en la confiabilidad de Rusia es prácticamente nula. No han demostrado más que poca buena fe», dijo Trudeau en una conferencia de prensa.
El bloqueo de los cargamentos y exportaciones de cereales y fertilizantes rusos impedidas por sanciones internacionales han disparado los precios de productos como el trigo y la cebada.
Los cereales ucranianos serán sacados por el mar Negro hacia el Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo, en la ciudad turca de Estambul, y de allí irán a los mercados mundiales.
El acuerdo contempla el establecimiento de un centro de control en Estambul, con personal de la ONU y funcionarios turcos, rusos y ucranianos, que coordinará las exportaciones de granos, dijeron las autoridades.
Los barcos serán inspeccionados para garantizar que lleven cereales y fertilizantes y no armas.
Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol, pero la invasión de Rusia y el bloqueo de sus puertos han detenido su envío al exterior.
Parte del grano se ha estado transportando a través de Europa por ferrocarril, ruta y río, pero la cantidad es pequeña en comparación con las rutas marítimas.
En Estados Unidos, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que su país daba la bienvenida al acuerdo, en principio.
“Pero en lo que nos estamos enfocando ahora es en responsabilizar a Rusia por implementar este acuerdo y permitir que el grano ucraniano llegue a los mercados mundiales. Ha pasado demasiado tiempo de este bloqueo ruso», dijo Price.
La Unión Europea, en tanto, instó a implementar de inmediato el acuerdo.
«El acuerdo de Estambul de hoy es un paso en la dirección correcta. Instamos a implementarlo de inmediato», escribió jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en su cuenta de Twitter.
Continúan las tensiones en Ucrania
Mientras el acuerdo se firmaba, las autoridades ucranianas informaban que en las últimas 24 horas murieron cinco personas en ataques rusos y que fueron rescatados tres cadáveres entre los escombros de una escuela bombardeaba en la ciudad de Kramatorsk.
El bombardeo a la escuela de la provincia de Donetsk llegó horas después de que otros ataques con misiles rusos mataran al menos a tres personas e hirieran a otras 23 en la ciudad de Jarkov, la segunda mayor de Ucrania, en el noreste, cerca del límite con Rusia.
“Los ataques rusos a escuelas y hospitales son muy dolorosos y reflejan que su verdadera meta es reducir a ruinas a estas ciudades pacíficas», dijo el gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, en declaraciones televisadas.
Sin embargo, el vocero del Ministerio de Defensa ruso, el teniente general Igor Konashenkov, dijo que el ataque ruso había matado a más de 300 soldados ucranianos que usaban el edificio de la Escuela No. 23 en Kramatorsk como su base.
Agregó que otro ataque destruyó un depósito de municiones en la zona industrial de la ciudad sureña de Mikolaiv.
La crisis y su impacto en la economía mundial
Desde la invasión rusa a Ucrania del 24 de febrero, la economía ha temblado en todo el mundo. Además de la crisis alimentaria desatada por el bloqueo de los puertos, las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia, desataron una crisis energética que se le volvió en contra a Europa.
Uno de los países que más dependen del gas ruso es Alemania, que salió al rescate de la debilitada empresa energética Uniper, el mayor importador de gas ruso al país, al adquirir el 30% de las acciones de la compañía.
Estrangulada por los precios del gas, que se dispararon por el conflicto, Uniper llevaba varias semanas pidiendo ayuda al Ejecutivo alemán.
Ahora, el grupo se beneficiará de un préstamo público de «hasta 7.700 millones de euros (7.821 millones de dólares)» en bonos convertibles obligatoriamente que eventualmente se convertirán en acciones, informó el canciller alemán, Olaf Scholz.