En Córdoba, la muerte de cinco bebés nacidos sanos en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo entre marzo y junio, que es investigada por la Justicia, sumó en las últimas horas nuevas denuncias, y el ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, dijo que esos desenlaces mortales «no son algo habitual» y pidió «castigar con todo el peso de la ley» a los responsables.
El ministro Cardozo detalló hoy que los fallecimientos de los bebés ocurrieron el 18 de marzo, el 23 de abril, el 23 de mayo y dos (decesos) el 6 de junio de este año y explicó que se solicitó a la Justicia investigar 11 defunciones ocurridas en esos cuatro meses, pero precisó que «podemos inferir que seis de esos casos fueron por patologías que están dentro de las posibilidades de que ocurra la muerte».
«Cinco nacieron sanos y tuvieron un desenlace no esperado, no habitual, razón por lo cual pedimos la investigación y análisis de todos los elementos que forman parte de la atención que recibieron durante el parto y luego del nacimiento», consideró Cardozo.
«Mi hija nació bien. Horas después cambió de color y se puso fría. El enfermero me dijo que era normal y se fue», relató a canal 12 de Córdoba María, una mujer que tuvo una beba el 6 de junio en ese centro de salud y que manifestó que su hija nació sana en la franja que ocurrieron los fallecimientos pero sufrió lesiones que no le fueron explicadas.
Ante la alerta de que otro recién nacido también se había descompensado, los médicos se acercaron y cuando observaron que la beba no estaba bien se la llevaron. «Me devuelven a mi hija estabilizada y con un hematoma en la espalda, que no tenía cuando se la llevaron», aseguró. Y agregó que la beba, por esa lesión, estuvo internada más de 20 días debido a una «necropsia» que se le formó en la espalda.
La madre señaló que los médicos intentaron culparla y acusarla de haber golpeado o quemado a la beba, quien hoy se encuentra bien pero realiza un tratamiento dermatológico por la cicatriz en la espalda. Por su parte, la abogada Daniela Morales, que representa a la mujer, dijo que pidió al fiscal Raúl Garzón, a cargo de la investigación por la muerte de los bebés, que sume el caso al expediente «para determinar si hubo mala praxis o intencionalidad».
«Hay un contexto de coincidencia con los hechos que se están investigando», dijo la letrada, salvo que en este caso «la beba sobrevivió». Además, pidió que la familia de la beba sea admitida como querellante particular en el proceso para que «se busque la verdad y se haga justicia».
«Mi hija de 17 años había comenzado con trabajo de parto el 5 de junio» último y en la madrugada del 6 «me avisan que mi nieta había nacido en perfectas condiciones» con un poco más de 3 kilos y que la madre también se encontraba en buen estado de salud, dijo a Canal 12 Romina, quien inició ayer formalmente la primera denuncia judicial para que se investigue el fallecimiento de su nieta.
La beba falleció el día 6 a las 6:45 por una «descompensación» que le ocasionó dos paros cardiorrespiratorios, pero la mujer relató que ella fue notificada el día 7 de junio a la madrugada, casi 24 horas después de ocurrida la muerte. Por su lado, Vanesa, otra mamá, denunció hoy que su bebé nació y vivió 11 horas en ese hospital, y que le informaron que el deceso se había producido por una arritmia.
«Nuestro bebé nace sano luego de hacerme una cesárea. Me dijeron que tenía una arritmia, y, cuando lo pude ver, ya estaba intubado. Vivió 11 horas y falleció en el día», apuntó Vanesa y añadió que se quedó «con millones de dudas porque los médicos no sabían explicar qué es lo que pasó, ya que fue un embarazo totalmente controlado, totalmente sano».
En tanto, la cartera de Salud resolvió ayer separar de sus cargos a las autoridades del centro de salud, abrió un sumario administrativo interno y suspendió preventivamente a 23 empleados, entre médicos, personal de limpieza, y enfermería del hospital.
“Después de haber sido apartadas estas personas, que son los que han entrado en contacto con los neonatos que han fallecido o han sufrido complicación pero han sobrevivido, no se han vuelto a producir hechos de estas características», advirtió el abogado de Romina y Vanesa, Carlos Nayi. «Esto es un hecho a considerar”, sostuvo.
Es «llamativo y sospechoso» que ocurra la «muerte de cinco bebitos en un espacio temporal relativamente corto, de madres sanas, con embarazos a término y sin inconvenientes». Atribuir lo sucedido a “una cadena de casualidades ya pierde sustento», evaluó. “Cualquiera sea la hipótesis confirmada, culpa o dolo, lo que se pide a la justicia es que esto no vuelva a ocurrir”, concluyó.
El fiscal Garzón, que mediante una presentación del Ministerio de Salud investiga la causa dijo que se trabaja sobre «varias hipótesis», entre ellas la de «mala praxis, homicidio o negligencia», entre otras líneas como la posibilidad de que las muertes hayan sido causadas por algún «virus hospitalario». Pero aseguró que descartan complicaciones de vacuna, medicación o estado de los medicamentos porque “se administra la misma medicación en todos los hospitales. Esto es algo muy acotado y muy puntual», sostuvo el funcionario judicial.
El Ministerio Público Fiscal (MPF) informó hoy a través de un comunicado que Garzón espera la evaluación de los antecedentes médicos, y que «no habrá nueva información para no perjudicar la investigación».
«La Fiscalía continuará trabajando y en su momento comunicará lo que resulte de interés público», señaló el texto, que indicó que el servicio de salud del Hospital Neonatal se desarrolla con «normalidad» y agregó que «de resultar necesario informar alguna situación a familiares de los recién nacidos que fallecieron, se hará oportunamente».